El diputado morenista Manuel Espino ha solicitado públicamente que Adán Augusto López pida licencia como coordinador parlamentario, tras revelarse su vínculo con el exsecretario de Seguridad de Tabasco, Hernán Bermúdez, acusado de liderar el grupo criminal La Barredora.

Espino se suma a legisladores del PAN y PRI, quienes también piden que López se separe del cargo para permitir una investigación sin fuero. Aunque no existe una carpeta judicial abierta, el caso ha encendido tensiones dentro de Morena, dividiendo a la bancada entre quienes exigen transparencia y quienes cierran filas ante el escándalo.

El presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, declaró que “no hay pruebas contundentes” contra López y que su permanencia dependerá de que “no surjan evidencias nuevas”. Por su parte, la dirigencia nacional de Morena insiste: “No se protegerá a nadie que traicione los principios del movimiento”.

El caso se suma a una serie de revelaciones que apuntan al crecimiento del fenómeno de la narcopolítica en México y a los desafíos institucionales para desarticular redes de complicidad entre crimen organizado y altos funcionarios.