*La gramínea es estratégica para la alimentación de los mexicanos

Por Yoboly Menchaca

Un nuevo frente, poco visible hasta ahora, está abriendo el presidente Andrés Manuel López Obrador, en el terreno estratégico de la alimentación básica de los mexicanos.

Se trata del intento por cancelar la importación de 15 millones de toneladas de maíz amarillo, según esto, para suplir el déficit de este grano que es utilizado, esencialmente, en alimentación de aves y todo tipo de ganado, además de la fabricación de alta fructuosa y cuando falta maíz blanco, para consumo humano.

Esa importación viene de los Estados Unidos, y eso nos convierte en su principal comprador de maíz amarillo, y para garantizar esos volúmenes de compra, (15 millones de toneladas anuales) existen acuerdos firmados y garantizados por más de 3000 millones de dólares.

Aquí es donde radica el conflicto que Tatiana Clouthier (la hoy ex Secretaria de Economía) llama la jauría que rodea al presidente, aquellos que nada dejan avanzar y solo le llevan mentiras.

Tatiana Clouthier

Esa jauría es la que viene vendiendo al inquilino de Palacio Nacional la historia de que, como ese maíz importado es transgénico, su compra es incongruente con las políticas de la cuarta transformación, ya que, desde que asumió el poder el presidente López Obrador en 2018, se libra una lucha despiadada contra el maíz transgénico, (es decir, genéticamente manipulado) y contra las empresas que lo comercializan, (Monsanto, Singenta, Dupont y Bayer entre otros).

Es el maíz cuya semilla es de alto rendimiento resistente a insectos y herbicidas y que se emplea en cultivos en todo el mundo, pero que en nuestro país está estigmatizada por los que forzaron al presidente López Obrador a afirmar, en diciembre del 2020, un decreto que prohíbe el uso de maíz transgénico para consumo humano a partir del 2024.

Maíz transgénico

En ese mismo decreto se pide la eliminación del uso del glifosato, el pesticida al que se le atribuyen efectos cancerígenos, pero que es el único que hasta ahora es eficiente como herbicida para optimizar los cultivos.

El hecho es que, a contrapelo incluso de lo que opina el mismísimo Secretario de Agricultura Víctor Villalobos, el mandatario está forzando a que se cancele la importación de las 15 millones de toneladas de maíz norteamericano.

Secretario de Agricultura Víctor Villalobos

La decisión es absurda, primero, porque en ningún lugar del planeta se van a encontrar esos 15 millones de toneladas de maíz puro, la consecuencia será que escaseará, y al disminuir la oferta, se elevará dramáticamente el precio, tan escaso está el maíz blanco en el del mundo, que el Ministerio de Agricultura de China acaba de autorizar a Sinienta la siembra de maíz transgénico después de años de resistirse a adoptarlo.

Qu Dongyu Ministro de Agricultura de China

El único camino para una oferta suficiente, es sepultar los prejuicios. La decisión prohibitiva es igualmente absurda e ilegal, porque no se pueden cancelar unilateralmente los contratos ya pactados por esas enormes cantidades de maíz sin que existan severas penalizaciones económicas y políticas desde el gobierno de los Estados Unidos, no hay que olvidar que, en la Unión Americana están en temporada electoral, y que un golpe de esa magnitud a su sector agrícola, tendría que ser defendido con dureza y severidad.

Al frente de esta guerra del Maíz, curiosamente, está un personaje muy controvertido, «ajonjolí de muchos moles» que alguna vez se le echaron a perder, Hugo López Gatell el famoso epidemiólogo ,que tuvo una gran fracaso “controlando” la pandemia en México.

Hugo López Gatell

En la cruzada por cerrar la importación del maíz amarillo, no se puede descalificar la intención presidencial de buscar el mejor grano para el consumo de los mexicanos, pero, para lograr eso, debe existir toda una estrategia para que el maíz que se consuma en nuestro país sea solo puro.

Desarticular el complejo mecanismo de las importaciones de maíz amarillo, sin tener garantizado el abasto del maíz puro, solo llevará a repetir el error de la desaparición del Seguro Popular y la fallida creación del INSABI, y así como el nuevo sistema de salud, diseñado también por López Gatell, solo generó escasez de medicamentos, lo mismo sucederá con el veto al maíz amarillo, escasearán huevo, pollo, carne de cerdo y de res, sin dejar a un lado lo que se utiliza para hacer tortillas, y cuidado con entrar en una guerra de la que no hay forma de salir bien librado, porque todo gobierno que se mete con el hambre del pueblo, termina por cavar su propia tumba .

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