CDMX. – El anuncio de la renuncia del canciller Marcelo Ebrard efectiva el próximo lunes 12 de junio -como lo contó LPO en su momento- no sorprendió ni a propios ni a extraños.

Se trató de la confirmación de una estrategia de campaña para ganar la candidatura de Morena.

La jugada mediática del ebradorismo fue precisa: filtró la versión a El País de que el presidente López Obrador dijo que todos los suspirantes debían renunciar a sus cargos públicos si querían participan en la encuesta, durante la cena en El Mayor. Así, a horas de esto, el recibimiento en medios del anuncio no se interpretaría como un berrinche.  

Y las consecutivas renuncias de Martha Delgado a la subsecretaría Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos, de Bernardo Aguilar como director general de Relaciones Exteriores para Europa, Bernardo Aguilar y de Carlos Candelaria dirección de Oficinas de Pasaporte sólo apuntaban a un sentido: la eventual salida Ebrard Casaubón de la Cancillería.

Sin embargo, pese a que con ello mete una fuerte presión al resto de los suspirantes presidenciales morenistas, no le garantiza en absoluto que sus compañeros decidan el mismo camino. Al menos eso explicaron abogados del CEN de Morena a esta redacción.

Pues mientras el senador Ricardo Monreal se dijo dispuesto a separarse de su cargo para competir por la presidencia, la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum manifestó que no lo haría hasta obtener la victoria en la encuesta final de Morena. «Y en todo caso, ya será una situación distinta», dijo. «Pero, por el momento, pues yo estoy dedicada a la ciudad».

Con un lirismo tabasqueño fiel a Pellicer, Adán Augusto reaccionó en sus redes sociales a la salida de Ebrard de la Cancillería con un mensaje pidiendo calma. «Hace muchos años, un paisano me enseñó que en política se debe construir el equilibrio entre la razón y la pasión. Serenidad y paciencia, los tiempos del Señor son perfectos», escribió.

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