La interna morenista en Zacatecas se convirtió en un drama político con tintes familiares. El senador Saúl Monreal, aspirante a la gubernatura en 2027, denunció presuntos actos de corrupción en la Secretaría de Bienestar estatal, dirigida por el gobierno de su hermano, David Monreal. La disputa ya no es solo por el poder: es por el apellido.

En una conferencia de prensa que dejó más preguntas que respuestas, el senador morenista Saúl Monreal Ávila acusó irregularidades en la entrega de programas sociales por parte de la Secretaría de Bienestar de Zacatecas. Según el legislador, existen beneficiarios que “desaparecen de la noche a la mañana” de los registros oficiales, aunque los pagos continúan. “No me atrevo a decir que hay corrupción, pero sí me atrevo a decir que hay supuestos actos de corrupción y que se investiguen”, declaró.

La denuncia ocurre en un contexto de alta tensión dentro de Morena en Zacatecas, donde Saúl busca suceder a su hermano David en la gubernatura, a pesar de que el partido ha advertido que no permitirá candidaturas de familiares directos de gobernantes en funciones. David, por su parte, promueve otras figuras para la sucesión, como Verónica Díaz, Ulises Mejía y Bennelly Hernández, respaldada por Ricardo Monreal.

Además de los señalamientos sobre el manejo de programas sociales, Saúl criticó el retiro de apoyos a comerciantes afectados por la cancelación del segundo piso del bulevar metropolitano, y denunció pagos atrasados en pensiones para personas con discapacidad.

La fractura familiar se hizo aún más evidente cuando Saúl reveló que durante la última visita de Claudia Sheinbaum a Zacatecas no le permitieron acercarse. “A veces una foto o una pose ayuda, pero es banalidad pura. Lo importante es el trabajo real”, lanzó, en lo que pareció una crítica directa a los operadores políticos de su hermano.

La disputa entre los Monreal no solo expone las grietas internas de Morena en Zacatecas, sino que revela cómo la lucha por el poder puede convertir la política en un asunto de sobremesa familiar. Con acusaciones cruzadas, candidaturas vetadas y programas sociales bajo sospecha, el camino hacia 2027 se perfila como una batalla entre hermanos… y no precisamente de sangre ligera.

La 4T prometió acabar con el nepotismo, pero parece que en Zacatecas lo que se acabó fue la paciencia entre hermanos. Saúl denuncia corrupción, David guarda silencio, y Ricardo reparte bendiciones como si fuera el patriarca de una telenovela política.

¿Transparencia? Solo si se trata de ver quién se queda con el pastel. Y mientras tanto, los programas sociales desaparecen como los abrazos en Navidad.