Rafael Soto Baylón

Tengo muchísimos buenos –excelentes- amigos de la Capital del Mundo. Los respeto y los… los respeto porque soy respetuoso. Permítaseme informarles del siguiente hecho.
A finales del mes pasado, un parralense regresó para festejar las fiestas decembrinas. Estuvo de mojado en los United States. Comentó que le sucedió lo que a Vicente Fernández “la migra a mí me agarró, trescientas veces digamos, pero jamás me domó…” en este caso los de la cachucha golpearon al paisano. Esta noticia llegó hasta el presidente municipal quien de inmediato se indignó, tomó el teléfono y llamó directamente al Secretario de Estado para decirles lo siguiente: “los de Parral y puntos colindantes somos gente de paz, trabajadora, honesta, honrada, capaz. Pero sabemos defendernos de las injusticias. Uno de nuestros hermanos fue de bracero a su tierra, los policías de la burdel patrón, digo (qué dice aquí) Border Patrol, golpeó injustificada e ilegalmente a nuestro conciudadano. No podemos permitir que ese agravio quede impune. Por ello, se les anuncia que la República Libre y Soberana de Parral y anexos, le declara la guerra a Estados Unidos de América”. “Oh, mucho bien (en inglés) le respondieron directamente del Pentágono. Pero nosotros golpeamos a quien sea porque invadir nuestrou territoriou. Si Paral –ya saben que los güeros no pronuncian la rr como debe ser- nos declara la guerra sabremous responder. Ya tenemos listous 200 aviones cazas, dos portaaviones, cuatro submarinos, 25 bombarderos con ojivas nucleares y 15 mil boinas verdes cruzarán la frontera en unas cuantas horas para sitiar Paral…”. “¿Cuántos hombres dijo?” “15,000”. “Ah, no, pos así no… la cárcel de Parral nomás tiene capacidad para cincuenta presos y con las posadas ya tenemos 15. Dónde voy a encerrar a los 14,985 restantes. En el Lago Colina ya no caben sus portaaviones porque tendríamos que sacar los nuestros y en el Airport Parral no tenemos espacio para sus aviones y bombarderos. Entonces, no, pos no, no les declaramos la guerra”.