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Vapeo imparable: la adicción que avanza entre adolescentes pese a la prohibición

Ni las reformas constitucionales ni los decretos presidenciales han logrado frenar el fenómeno. Entre 2021 y 2023, el número de adolescentes que vapean pasó de 392 mil a casi 956 mil, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) milenio.com. Hoy, especialistas calculan que más de un millón de menores de 19 años consumen vapeadores, muchos de ellos iniciados desde los 11 o 12 años.

El mercado negro y el mercado formal

• Metro, Tepito y plazas comerciales: los dispositivos se venden sin restricción, a precios desde 50 pesos, con sabores de café, helado o frutas.
• Tiendas Oxxo, Seven Eleven y Sanborns: pese a la prohibición, marcas como Vuse o IQOS se comercializan legalmente gracias a amparos judiciales, con precios entre 600 y 1,900 pesos
• Redes sociales: Facebook y WhatsApp funcionan como canales de distribución directa hacia adolescentes.


Salud en riesgo

Los vapeadores contienen más de 30 sustancias no declaradas, incluyendo benceno y tolueno, compuestos cancerígenos y dañinos para el sistema nervioso milenio.com. Los CDC advierten que la nicotina afecta el desarrollo cerebral en la adolescencia, aumentando la probabilidad de adicción. Además, se han registrado casos de Evali, una enfermedad pulmonar grave asociada al vapeo, que ya ha provocado hospitalizaciones y muertes en jóvenes.

Isaac, de 17 años, recuerda que probó su primer vape a los 11: “Lo compré a escondidas de mi mamá. Desde entonces no he podido dejarlo”. Valeria, de 16, admite que aprendió a fumar gracias al vape: “Primero fue el dispositivo, luego el cigarro. En mi secundaria casi siete de cada diez vapeaban”.

El Estado mexicano parece haber encontrado la fórmula mágica: prohibir en papel y permitir en la práctica. Mientras los diputados aprueban penas de hasta ocho años de cárcel para quienes comercien vapeadores, los adolescentes los compran en el Metro como si fueran dulces. La paradoja es tan absurda que hasta los sabores de “golosina” parecen diseñados para acompañar la narrativa oficial: prohibido, pero disponible en cada esquina. En resumen, la ley se fuma sola.