En lo que podría ser la última sesión de la Comisión Permanente, el Senado mexicano vivió uno de sus momentos más tensos y bochornosos del año. El morenista Gerardo Fernández Noroña, presidente de la Mesa Directiva, y el dirigente nacional del PRI, Alejandro “Alito” Moreno, protagonizaron un enfrentamiento físico que dejó a legisladores, medios y ciudadanía entre el asombro y la indignación.

Todo comenzó tras la entonación del Himno Nacional, cuando Moreno subió a la tribuna para reclamarle a Noroña que no le permitió fijar postura en nombre de su bancada. El reclamo verbal escaló rápidamente: empujones, jaloneos y manotazos marcaron el cierre de la sesión.

El momento fue captado en video y viralizado en redes sociales. Se observa a Noroña retrocediendo mientras Alito lo encara, lo toca del hombro y lanza golpes. Legisladores de distintos partidos tuvieron que intervenir para evitar que la escena pasara a mayores.

En conferencia posterior, Moreno acusó a Noroña de intolerancia y de haber roto acuerdos parlamentarios. Noroña, por su parte, se limitó a decir que no permitiría provocaciones ni agresiones en la tribuna. El episodio se suma a una larga lista de confrontaciones entre ambos, que ya habían intercambiado acusaciones sobre corrupción, vínculos con el narcotráfico y estilos de vida ostentosos .

“Aquí no se legisla, se lanza el primer puñetazo”

En el Senado mexicano, el protocolo se canta a capella… y los desacuerdos se resuelven a manotazos. ¿Quién dijo que la política no era deporte de contacto?

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