La tarde de este sábado, un mitin de campaña de Donald Trump en Butler, Pensilvania, fue interrumpido por un tiroteo que dejó al expresidente con una herida en la oreja derecha. Los disparos causaron pánico entre los asistentes y una rápida respuesta del equipo de seguridad.

Agentes del Servicio Secreto actuaron de inmediato, sacando a Trump del escenario tras caer al suelo debido a los disparos. Se escucharon fuertes ruidos antes de que Trump cayera, lo que provocó un caos momentáneo en el evento. Los agentes lo ayudaron a levantarse, y se pudo ver sangre en su rostro mientras gritaba a la multitud y levantaba el puño en señal de desafío.

Después de poner a salvo a Trump, los agentes lo llevaron a un vehículo y lo evacuaron rápidamente del lugar. La seguridad del expresidente fue la máxima prioridad en esos momentos críticos, mientras las autoridades investigan el incidente para determinar los responsables y garantizar la seguridad en futuros eventos.