La candidata del frente opositor al gobierno federal, Xóchitl Gálvez, cerró su precampaña con alivio y optimismo, destacando la unidad de su coalición y la solidez de su propuesta en el norte del país. El acto tuvo lugar el pasado domingo en Chihuahua, donde la aspirante a la presidencia fue recibida por miles de simpatizantes.

Sin embargo, Gálvez no ocultó los desafíos que enfrenta su candidatura, como el malestar por el conflicto entre Marko Cortés y Alejandro Moreno Cárdenas por Coahuila, la tesis de que hubo un acuerdo entre Alito y el gobierno para favorecer a Morena, y la percepción de que Claudia Sheinbaum ya tiene asegurada la presidencia.

Esto último se evidenció en la reunión de la candidata de Morena con empresarios estadounidenses, que la trataron como la próxima mandataria y le sugirieron imitar a López Obrador. La prensa capitalina omitió el cierre de Xóchitl, que también sufre la presión del gobierno, que envió mensajes inquietantes a sus aliados empresariales y se molestó por la filtración de los negocios de la familia presidencial con el tren maya.

Gálvez aseguró que no se dejará intimidar por las amenazas y que seguirá defendiendo los intereses de los mexicanos. “No vamos a permitir que nos arrebaten el futuro de nuestros hijos. Vamos a luchar por un México libre, justo y próspero”, dijo la candidata, que recibió el apoyo de los líderes de su coalición, como Ricardo Anaya, Dante Delgado y Jesús Zambrano.

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