El AMLO aseguró que habrá recursos para que el gobierno aporte al fondo de pensiones de trabajadores, en caso de que se apruebe la iniciativa de reforma que presentará en febrero. La estrategia es incrementar la austeridad este último año de gobierno.

En su conferencia de esta mañana de este miércoles 17 el presidente volvió a hablar sobre este tema, en medio de los cuestionamientos que han surgido sobre la viabilidad de la propuesta, el presidente aseguró que habrá recursos porque «vamos a proponer más austeridad republicana».

Eso luego de leer en Palacio Nacional una serie de tuits que afirmaban que con esta reforma el presidente lo que quería era robarse el dinero de los trabajadores. «Safo, no soy ratero, no soy corrupto. Me está confundiendo con alguno de sus amigos o patrocinadores», replicó el presidente.

Explicó que la iniciativa apuesta por un cambio gradual en el monto de las pensiones, apostando a llegar al 100% de los salarios, pero advirtió que podría tardar hasta diez años, pero que, de ser aprobada, podría aplicar desde este año.

«Que se vaya corrigiendo esta injusticia, que no se le cargue todo y desde el primer año ni al trabajador ni al empresario, sino que el gobierno aporte para el fondo y que con el paso del tiempo ya se normalice y el empresario y trabajador aporten lo que les corresponde», señalando que no sería posible hacerlo de un solo golpe.

«Pensamos que todavía puede haber más austeridad. Vamos a hacer un ajuste y ese ahorro lo vamos a destinar a ese propósito. Además, aún hay muchas estructuras improductivas; todas las que crearon para combatir la corrupción, los organismos autónomos, que se crearon en contra del pueblo para proteger, como el INAI», dijo.

El presidente, a lo largo de su administración, ha buscado desaparecer, o al menos achicar, a estos organismos, por lo que aprovechó el tema para volver a cuestionar los recursos que reciben, señalando que este instituto para la transparencia tiene un presupuesto de hasta mil millones de pesos, «¿porque no que se vaya para el fondo de pensiones? Bueno, es un ejemplo», dijo.

Recordó que la propuesta aún está en análisis y se está haciendo el cálculo de la corrida para determinar los montos a final de que el trabajador se retire con su sueldo completo.

La estrategia del presidente se contrapone con el diseño de la política fiscal del último año del gobierno de AMLO que justamente rompía con cinco años de austeridad a través de un fuerte aumento del gasto, por ende mayor deuda y el déficit más alto en los últimos 30 años con el fin de concluir con las obras insignias del gobierno.

En ese contexto deja un muy estrecho marco fiscal que preocupa de cara a la próxima administración y expertos afirman que es inviable apostar por brindar una pensión del 100% del salario.

Para Orlando Corona, del IMEF, la propuesta de López Obrador “sería un retroceso». EL experto consideró que el sistema actual requiere mejoras, pero advirtió que deben realizarse con estudios técnicos adecuadas y agregó que el punto nodal son los altos niveles de informalidad, que «no permiten la aportación sostenida de los trabajadores a su esquema de pensiones, lo que es una merma en su ahorro al final de su vida».

Análisis y opinion:

La propuesta del presidente López Obrador de reformar el sistema de pensiones para que los trabajadores se jubilen con el 100% de su último salario es una iniciativa ambiciosa que, si bien es popular entre los trabajadores, enfrenta diversos desafíos.

En primer lugar, la viabilidad de la propuesta es cuestionada por expertos, quienes señalan que sería necesario un aumento significativo del gasto público para financiarla. En ese sentido, la estrategia del presidente de incrementar la austeridad en el último año de su gobierno parece insuficiente para cubrir los costos.

En segundo lugar, la propuesta no aborda el problema de la informalidad laboral, que es un factor que limita la capacidad de los trabajadores para ahorrar para su jubilación. En México, la informalidad laboral supera el 50%, lo que significa que millones de trabajadores no cuentan con un empleo formal y, por lo tanto, no tienen acceso a un sistema de pensiones.

En tercer lugar, la propuesta podría generar incentivos perversos, como la reducción de la formalidad laboral, ya que los trabajadores podrían preferir permanecer en la informalidad para evitar contribuir al fondo de pensiones.

En conclusión, la propuesta del presidente López Obrador es un tema complejo que requiere un análisis cuidadoso. Si bien tiene el potencial de mejorar las condiciones de los trabajadores, es importante considerar los desafíos que plantea para garantizar su viabilidad y efectividad.

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