La violencia política en Veracruz ha alcanzado un nuevo nivel de gravedad con el ataque armado contra la casa de campaña de Xóchitl Tress, candidata de Movimiento Ciudadano (MC) a la alcaldía de Juan Rodríguez Clara. El atentado, ocurrido la noche del 20 de mayo, dejó al menos dos personas heridas, entre ellas la fotógrafa Avisack Douglas, quien posteriormente falleció debido a la gravedad de sus heridas.

El dirigente estatal de MC, Luis Carbonell, condenó el ataque, calificándolo como un “cobarde y terrible atentado” dirigido contra la candidata. A pesar de la agresión, Tress salió ilesa, aunque su equipo de campaña se encuentra consternado por la pérdida de Douglas y la situación de otro brigadista herido.

Este atentado se suma a una serie de hechos violentos que han marcado el proceso electoral en Veracruz. Apenas una semana antes, Yesenia Lara, candidata de Morena a la presidencia municipal de Texistepec, fue asesinada junto con otras cinco personas mientras encabezaba una caravana proselitista. La gobernadora del estado, Rocío Nahle, ha asegurado que las elecciones del 1 de junio se llevarán a cabo con todas las condiciones de seguridad necesarias, pese a los intentos de generar un clima de miedo.

El contexto electoral en Veracruz es alarmante. Con 12,142 aspirantes registrados para alcaldías, sindicaturas y regidurías en los 212 municipios del estado, la violencia ha sido una constante desde el inicio de las campañas el pasado 29 de abril. En esa misma fecha, Germán Anuar Valencia, candidato de Morena a la alcaldía de Coxquihui, fue asesinado en un ataque armado que dejó seis personas heridas.

Las autoridades han recibido múltiples denuncias de amenazas contra candidatos, lo que ha llevado a que al menos 118 aspirantes soliciten protección policial. La Fiscalía del estado ha iniciado investigaciones sobre los ataques recientes, y la gobernadora Nahle ha confirmado que ya se han identificado vehículos y personas presuntamente involucradas en el atentado contra Tress.

El incremento de la violencia electoral en Veracruz refleja una preocupante tendencia en el país, donde la seguridad de los candidatos y sus equipos de campaña se ha convertido en un tema central. A medida que se acerca la jornada electoral, la exigencia de justicia y garantías de seguridad se vuelve más urgente.