En anteriores notas te hemos comentado la importancia que tiene el riego en tus plantas, ahora toca comentarte que la luz es otro de los factores que determinan la salud de nuestras plantas. Y es que cualquier planta no pueden sobrevivir sin el riego, pero tampoco sin la luz. Por eso, no solo es importante la frecuencia con la que riegas tus plantas, sino también la ubicación que tiene en tu casa y si reciben la suficiente luz.

Repasamos cuáles son los síntomas que te indicarán que tus plantas tienen poca luz.

1. La planta no crece y tampoco da sus flores.

Esto le puede pasar tanto a las plantas de interior como a las de exterior. Si ves que no solo tu planta no crece, sino que además ya no desarrolla su floración, es que esta teniendo una carencia de luz. De esta manera, es posible que la planta de sus capullos, pero estos se marchiten antes de que se puedan abrir. Ante esta situación, lo primero que debes hacer es asegúrate de que tu planta no tiene demasiada agua, ya que la ausencia de crecimiento puede ser síntoma también de exceso de riego.

Si ya te has asegurado que no es por cuestión de exceso de agua, en conclusión, es que tiene escasez de luz, por lo que se te recomienda buscarle a tu planta un lugar en el que pueda recibir más luz. Si está plantada en el jardín, hazlo con mucho cuidado de no dañar su raíz.

2. La planta se inclina hacia un lado

Este síntoma es uno de los más claros de que a tu planta le está haciendo falta luz y se identifica de esta manera. Si este es el caso de falta de luz, observarás cómo el crecimiento de la planta va hacia un lado, pues se inclinará hacia donde recibe más luz, ya que trata de forma natural obtener toda la luz que necesita.

La solución es comprobar cuánta luz entra por la ventana. Si está ubicada al este o al norte, la cantidad de luz será menor que si está al sur o al oeste, por lo que cambiarla de ubicación estaría bien.

3. Los tallos crecen sin fuerza

Si ves que los tallos de tu planta están débiles, demasiado delgados o con mal aspecto, es también un síntoma claro de que le falta luz y de que la planta necesita una nueva ubicación. Sin embargo, debes tener cuidado de no confundirlo con un exceso de agua o un mal drenaje en la maceta de tu planta, ya que unos tallos quebradizos también pueden ser un síntoma de estos dos problemas. Después de asegurar que los síntomas que presenta la planta no tienen que ver con tener demasiada agua, entonces es tiempo de cambiarla de lugar a donde pueda recibir mayor cantidad de luz.

4. Nuevas hojas de menor tamaño

Otro síntoma que puede darte pistas de que tu planta necesita más luz es que, aunque le crecen nuevas hojas, estas son más pequeñas que las que le nacían habitualmente. Así que, como en las recomendaciones anteriores, busca una nueva ubicación para tu planta.

5. Mi planta está espigada

A este fenómeno se le conoce como etiolación y es popular en plantas crasas y suculentas. La planta, ante la falta de luz, alargará sus tallos buscando la luz que les falta. Y no puedes restarle importancia a este síntoma, ya que lo más probable es que terminen muriendo tu planta. Así que, deberás de cámbiala de ubicación cuanto antes a un lugar en el que pueda recibir más sol.

6. Las hojas están amarillas y los tallos débiles

Es uno de los síntomas más claros de que tu planta tiene una carencia de luz natural: hojas amarillas y tallos débiles. Aunque debes tener en cuenta que, ante un problema de falta de luz, las que se ponen amarillas no serán las hojas inferiores de la planta, que nos está indicando la llegada del final de su ciclo natural, sino aquellas que están en los tallos superiores. Otra característica aparte de su color, es que se desprenderán fácilmente sus hojas de la planta.

7. Las hojas han perdido su color y dibujo

Otro de los síntomas claros de que a tu planta le falta luz, es que verás cómo las hojas cambiarán su color verde por otros más oscuros o, si tienen otros tonos, estos desaparecen debido a una escasez de luz. Las plantas que tienen tonos diferentes al verde, tendrán una necesidad más específica de luz, misma que debe de mantener para una correcta fotosíntesis. Una falta de luz implica que no podrá generar esos pigmentos.

8. Síntomas de un exceso de luz en mis plantas

Si tus plantas reciben demasiada luz, es probable que también te lo comuniquen mediante una serie de síntomas como son: la aparición de quemaduras; hojas marchitas y secas, tal y como si se hubieran deshidratado; sus hojas adquieren un tono pálido; están alicaídas o se enrollan.
En cada uno de estos casos, lo mejor será que busques una ubicación en la que reciba una menor cantidad de luz o, al menos, que sea más tamizada. Puedes ponerla tras una cortina o algo más alejada de la ventana.