André Jardine cerró la trilogía de Clásicos ante Chivas con una goleada 4-0, asegurando el pase a los Cuartos de Final de la Concacaf Champions Cup. Desde su llegada al estadio, el técnico brasileño demostró confianza y determinación, vibrando como un auténtico aficionado de las Águilas.
El partido inició con intensidad. Apenas comenzado el encuentro, Brian Rodríguez abrió el marcador, desatando la euforia de Jardine, quien celebró con puños cerrados y abrazos con su cuerpo técnico. Diego Valdés amplió la ventaja con un contragolpe letal, lo que provocó una reacción de exaltación en el estratega brasileño.
La segunda mitad fue una demostración de dominio total. Zendejas marcó el tercero sin mayor celebración de Jardine, quien ya enfocaba sus energías en las modificaciones tácticas. Sin embargo, el cuarto gol de Álvaro Fidalgo desató la locura en el banquillo azulcrema, con Jardine corriendo al tiro de esquina para festejar junto a su jugador.
El técnico cerró la noche con una acción que hizo estallar los aplausos en el estadio: controló con el pecho un balón que cayó en su área técnica, demostrando su pasión por el juego.
América mantiene su paso firme en la Concacaf Champions Cup, con el objetivo de conquistar el único título pendiente en la era Jardine. Su próximo reto: Cruz Azul.