El Barcelona se coronó campeón de la Supercopa de España con una victoria contundente ante el Real Madrid, dejando claro su dominio táctico y colectivo en un encuentro que evidenció las carencias del equipo merengue. La preparación del conjunto catalán, dirigida por Hansi Flick, marcó la diferencia frente a la escasa respuesta del Madrid, a pesar del esfuerzo individual de Kylian Mbappé.

El Barcelona demostró un juego sólido y coordinado, destacando a su tridente ofensivo, compuesto por Raphinha, Lamine Yamal y Robert Lewandowski, quienes volvieron a brillar juntos, repitiendo lo logrado en el Clásico en el Bernabéu. Yamal, con apenas 17 años, anotó el gol del empate y se convirtió en el jugador más joven en ganar la Supercopa de España, un hito que lo coloca junto a leyendas del club. Además, figuras como Pedri y Gavi fueron fundamentales en la creación y contención del juego, mientras que Marc Casadó mostró una asistencia magistral a Raphinha. A pesar de un golpe temprano con el gol de Mbappé, el Barcelona mantuvo su estilo de juego y no dejó de atacar.

Por su parte, el Real Madrid se vio completamente superado. Mbappé, quien anotó el gol que abrió la final, fue prácticamente una isla en un equipo sin respuesta. Su rendimiento destacó, pero no fue suficiente para contrarrestar la mediocridad de otros jugadores como Vinicius y Rodrygo. Además, el sistema defensivo del Madrid falló estrepitosamente, con Tchouaméni y Lucas Vázquez desbordados por la velocidad y habilidad de los delanteros azulgranas. Jude Bellingham, quien había sido clave en encuentros previos, no logró imponerse en el partido y quedó reducido a una sombra de sí mismo.

El Real Madrid no solo fue superado tácticamente, sino que también exhibió una dureza sin criterio, con entradas descontroladas de Camavinga, Rüdiger y Vinicius, quienes pudieron haber sido sancionados con tarjetas rojas. El equipo merengue terminó la final con la humillante marca de encajar cinco goles, una cifra histórica que lo coloca junto a las derrotas más dolorosas de su historia.

Para Hansi Flick, el triunfo representa su sexto título en igual número de finales, alcanzando una marca histórica al igualar a Pep Guardiola. Además, se convirtió en el octavo entrenador en la historia del Barcelona en ganar sus dos primeros Clásicos, una estadística que refleja el impacto inmediato de su llegada.

Esta Supercopa, que terminó con una clara derrota para el Real Madrid, dejó en evidencia la superioridad colectiva del Barcelona y las limitaciones de un Madrid que necesita urgentemente una renovación táctica y mental si quiere competir al más alto nivel.