La eterna rivalidad entre Barcelona y Real Madrid siempre despierta pasiones, pero esta vez, el análisis conjunto de los periodistas Jordi Blanco, Moisés Llorens y Rodrigo Fáez revela una sorpresiva inclinación hacia el conjunto azulgrana en la elección del once ideal conformado por jugadores de ambos clubes. Lejos de ser un reparto equilibrado, el equipo resultante exhibe un dominio evidente del Barça, más por rendimiento actual que por nombre o historial.
La reflexión de Johan Cruyff —“una cosa es la calidad y otra el rendimiento”— cobra total vigencia. En la portería no hubo debate: Thibaut Courtois, por su seguridad, reflejos y liderazgo, sigue siendo inamovible. En los laterales, Jules Koundé y Alejandro Balde se imponen sin resistencia merengue, gracias a su proyección ofensiva, versatilidad y alto nivel físico.
La zaga central también se pinta de azulgrana. Pau Cubarsí, con apenas 18 años, demuestra una madurez y calidad sobresalientes, mientras que Íñigo Martínez, contra todo pronóstico, se consolidó como pilar defensivo por delante de un Rüdiger efectivo, pero menos constante. En la media, solo Aurélien Tchouaméni logra abrirse paso entre el talento culé, pese a la fuerte candidatura del prometedor Marc Casadó.
Donde sí hay consenso es en la figura de Pedri, señalado ya como el mejor centrocampista del mundo por su visión, precisión y capacidad asociativa. A su lado, la potencia y regularidad de Fede Valverde también encuentran hueco, aunque Frenkie de Jong fue considerado por su capacidad de generar juego. En ataque, el joven fenómeno Lamine Yamal deslumbra como el delantero más en forma del planeta, superando sin discusión a un Rodrygo en baja.
En la otra banda, el tridente ofensivo no encuentra unanimidad: Vinícius Júnior, Raphinha y Rodrygo fueron votados, pero el descomunal rendimiento del brasileño del Barça —con 30 goles y 23 asistencias— lo coloca un paso por delante en la pugna. Como punta de lanza, Kylian Mbappé destaca por su explosividad y eficacia, aunque Lewandowski no pasó desapercibido por su mayor número de goles en la temporada.
Así, este hipotético once ideal, lejos de reflejar paridad, se decanta hacia un Barcelona rejuvenecido y en estado de gracia, donde la juventud, el rendimiento y la evolución táctica están pesando más que los galones o la historia. Un mensaje claro de que el presente no siempre honra el pasado… y que el futuro, hoy, habla catalán.