AD.- El mundo despidió el año 2022 marcado por los efectos de la pandemia del COVID-19, la guerra entre Rusia y Ucrania, las devastadoras consecuencias del cambio climático y la muerte de importantes figuras del deporte, la religión y la política a nivel mundial como Pelé, el papa emérito Benedicto XVI y la reina Isabel II.

Durante el 2022 el planeta alcanzó la sorprendente cifra de 8.000 millones de habitantes, pero también tuvo que enfrentar la desbordante inflación y un virus que tras tres años de haber sido detectado sigue generando consecuencias a nivel mundial.

Los habitantes de Kiribati y Samoa, naciones insulares situadas en el Pacífico sur, fueron los primeros en despedir el año 2022 y recibir el 2023.

Estos archipiélagos tropicales saludaron el Año Nuevo a las 10.00 GMT y entraron así en el 1 de enero de un nuevo año.

Los siguientes en recibir el 2023 fueron los habitantes de la isla neozelandesa de Chatham, situada a unos 680 kilómetros al sureste de las principales islas de ese país; a las que se sumaron Nueva Zelanda y la población de Fiyi y Tonga.

Por su parte, Australia también recibió el 2021 y lo hizo con los famosos fuegos artificiales de Sídney, uno de los espectáculos que abren tradicionalmente las celebraciones del planeta para dar la bienvenida del Año Nuevo.

Después de Japón y la península coreana, los países de Asía también empezaron a celebrar con fuegos artificiales en China, Tailandia, Malasia y Singapur.

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