En las últimas semanas de enero, Yolanda Díaz, quien ocupa la cartera de Trabajo y ostenta la vicepresidencia tercera del gobierno español, mantuvo un encuentro privado de más de una hora con Claudia Sheinbaum en oficinas ubicadas al sur de la Ciudad de México.

Durante esta reunión, se trató el tema del acercamiento que Sheinbaum, candidata del partido Morena, propone hacia España en caso de resultar electa. Este acercamiento significaría el término de la “pausa” impuesta por Andrés Manuel López Obrador después de que la corona española declinara ofrecer disculpas por los eventos ocurridos durante la Conquista.

Se discutieron dos puntos específicos: la potencial asistencia del rey Felipe VI a la ceremonia de investidura y una posible primera visita de Sheinbaum a Madrid en enero de 2025, coincidiendo con una cumbre de turismo donde México será el foco.

Más allá de estos elementos políticos y simbólicos, también se conversó sobre economía y regulación, temas de gran interés para Díaz. Tanto la candidata como López Obrador promueven la idea de que el modelo económico mexicano debería asemejarse más al de España que al de Estados Unidos, favoreciendo un capitalismo con mercados regulados, impuestos a sectores concentrados y un amplio estado de bienestar. Estos conceptos se reflejan en los matices de los discursos de Sheinbaum.

La concordancia con Díaz es palpable, ya que actualmente la ministra promueve que los bancos españoles incrementen sus reservas obligatorias y demuestren una solidez mayor, lo cual impacta directamente en su rentabilidad. El año pasado, el gobierno de España estableció impuestos extraordinarios a los bancos, los cuales Díaz aspira a hacer permanentes.
Recientemente, Díaz ha tenido enfrentamientos públicos en España con los directivos de dos bancos con presencia significativa en México: Santander y BBVA.

El periódico Financial Times reportó el lunes que el equipo económico de Sheinbaum ha comenzado a considerar la implementación de un impuesto extraordinario a los bancos.

Un rumor que se extiende en el ámbito financiero sugiere que esta propuesta de Sheinbaum sería una respuesta a la legislación actualmente en debate en el Congreso, la cual busca prohibir a los comercios el cobro de comisiones por el uso de tarjetas, beneficiando principalmente a los bancos. Asimismo, se relaciona con una propuesta de reforma financiera que intenta reducir la participación de los bancos en el mercado de crédito empresarial.

La estrategia es clara: aunque la regulación continúe siendo favorable, se incrementarían los impuestos.

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