El diputado federal y líder estatal del PRI, Alejandro Domínguez Domínguez, destapó los tipos penales que siguen vivos en el “nuevo” dictamen de la Ley de Aguas que Morena pretende aprobar este miércoles, y la conclusión es aterradora: cualquier productor puede terminar en la cárcel por acciones cotidianas en el rancho.

“Prometieron eliminar la criminalización… y lo único que hicieron fue cambiarle el nombre y bajar un poquito las penas. El espíritu sigue siendo el mismo: convertir al productor en delincuente”, sentenció Domínguez.

Estos son los delitos que sobrevivieron al supuesto “maquillaje”:

Trasladar agua “dolosa e ilegalmente” con fines de lucro Pena: de 3 meses a 10 años de cárcel + multa de hasta 200 UMAs si son más de 50,000 litros. Ejemplo real: si llevas pipas de agua de tu pozo legal a un abrevadero lejano para que beban tus vacas… tú tienes que probar que el agua es legal. “La carga de la prueba la tiene el productor, no la autoridad. O sea, eres culpable hasta que demuestres lo contrario”, explicó Domínguez.

Alterar, desviar u obstruir cauces o corrientes Pena: de 3 meses a 5 años de cárcel + multa de 200 a 2,000 UMAs si afecta condiciones hidráulicas o pone en riesgo a alguien. Traducción: si haces un bordo o presita en tu arroyo para retener agua de lluvia en temporada de seca, puedes ir preso.

Otorgar o solicitar concesiones a cambio de dádivas Pena: de 1 a 8 años para el funcionario y para el productor que “ofrezca” algo. (Este ya existía, pero ahora lo reforzaron).

Domínguez puso el ejemplo más crudo:

“En Chihuahua tenemos 14,000 pozos pecuarios. ¿Cómo demonios van a revisar que cada pipa que sale de esos pozos lleva agua ‘legal’? ¿Van a poner un policía en cada abrevadero? Esto no es regulación, es terrorismo jurídico contra el campo”.

El diputado resumió así el engaño:

“Morena dijo que quitaba los delitos hídricos. Lo único que hizo fue cambiarles el nombre a ‘delitos contra las aguas nacionales’ y bajar un par de años las penas. Es como si te condenan a muerte y te dicen ‘tranquilo, ahora será por inyección letal y no fusilamiento’. El resultado es el mismo: el productor preso”.

Y remató:

“Este miércoles quieren aprobarlo en comisiones a escondidas. Si lo logran, cualquier ganadero que lleve agua a sus animales en pipa puede terminar con una orden de aprehensión. Eso no es ley, es una declaración de guerra al campo”.

Los productores ya están alertando: si este dictamen pasa tal cual, los tractores volverán a las carreteras… y esta vez no será por unas semanas. Será hasta que retiren la amenaza de cárcel por trabajar la tierra.