*Entre amenazas de muerte y terror por irrupción del narco a hospitales ellos prestaron servicio a heridos
Nota y fotos por Silver Juárez Arce
Como si fuera un campo de guerra similar a los de la sangrienta segunda guerra mundial, así padecieron hace algunos años, enfermeras y enfermeros y todo el personal médico que laboraba en clínicas y hospitales de Chihuahua con la irrupción del crimen organizado bajo la advertencia de no atender a las personas acribilladas que llegaban a recibir atención médica porque de lo contrario, los matarían a todos.
Las indicaciones de los directivos y de los jefes de personal fue tajante, continuar atendiendo y brindando la atención a personas heridas por arma de fuego y luchar para salvarles la vida.

Como medida precautoria ordenaron que cuando un comando ingresara a las Salas de Emergencia o a Piso, las enfermeras y enfermeros encargados de esa área se tiraran al piso o se protegieran de las balas que los grupos delincuenciales dispararían en contra de todos los que estuvieran cerca de los lesionados.
“La orden de los capos era: tirar a matar” narró María de Jesús Aragón Vásquez enfermera que presta su servicio en el Hospital Morelos del IMSS desde hace 25 años.
La vocación de servicio y el amor al prójimo no hicieron sucumbir a las valientes enfermeras quienes vivieron una época de terror a consecuencia de la amenaza que se cernía sobre ellos.
Era terrible pensar que cada día que pasara, cada minuto y cada segundo se corría el riesgo de perder la vida y no regresar a casa a reunirte con tus seres queridos.
Sin embargo, el amor a esta profesión, la cual es una de las más nobles que existen, no permitió que sucumbieran ante la maldad de personas que, con armas en la mano, dominaron un poderío tan fugaz, como sus propias vidas.

Muchos jóvenes que hicieron servicio como paramédicos fueron acribillados a mansalva por comandos enviados a eliminar a todos aquellos que intentaran salvar la vida de sus contrarios.
Hasta ese grado llegó nuestra ciudad en años pasados, cuando la inseguridad se apoderó de los hospitales e incluso de las calles a causa de la guerra entre grupos de la delincuencia organizada.
Así como esta, hay un sinfín de experiencias vividas por María de Jesús durante los años que ha prestado servicio a la comunidad, pues su noble tarea es de cuidar y preservar la vida de los enfermos y de aquellos que sufren accidentes o sufren lesiones por otras causas.
Ella como a todas las enfermeras y enfermeros de nuestra ciudad se capacitaron y recibieron educación profesional para desarrollar sus conocimientos en el tema de salud.
Nuestra entrevistada dijo que su madre fue Enfermera también, pero ella ejerció esta noble labor por oficio ya que lo hizo por conocimiento en los hospitales y por su enorme vocación de servicio a la comunidad.
Entre Roscas y jeringas las y los enfermeros celebraron su día

Las y los enfermeros de Chihuahua como en todo el país celebraron su día entre Roscas de Reyes, reconocimientos, jeringas y pacientes ya que no dejaron de prestar sus servicios a favor de la salud y recuperación de los pacientes internados en clínicas y hospitales.
Mientras el 6 de enero los festejos se centraron en los niños por ser el Día de los Reyes Magos, en el sector salud se celebró a las enfermeras y enfermeros por ser este día dedicado a ellos por disposición que se remonta al año 1931.
La primera celebración del Día de la Enfermera se remonta a 1931, de acuerdo con datos del Instituto Mexicano del Seguro Social. José Castro Villagrana, quien era director del Hospital Juárez de México en ese entonces, propuso que la celebración fuera el 6 de enero al considerar que las y los enfermeros eran “un regalo de Reyes” para los pacientes.
Y si bien el Gobierno de México declaró oficialmente el 12 de mayo como el día para festejar a estos elementos del personal de salud (esto para que también coincidiera con la fecha internacional del Día de la Enfermera), la tradición de celebrar a estos trabajadores se mantiene en enero.
Datos del IMSS de 2022 mostraron que el organismo contaba con 114 mil 605 trabajadores de enfermería (79 por ciento eran mujeres y 21 por ciento, hombres).