Carlos Slim, el hombre más rico de México, sigue ampliando su presencia en el sector petrolero. El martes, el presidente Andrés Manuel López Obrador confirmó que el magnate adquirió dos campos petroleros que pertenecían a la familia Baillères, una operación por 530 millones de dólares.

La adquisición, que se concretó el lunes, le da a Grupo Carso, la empresa de Slim, el control total de los campos de aguas someras Ichalkil y Pokoch, ubicados en el Golfo de México. Estos campos, que fueron adjudicados a PetroBal en 2015, tienen una producción promedio de 12.300 barriles diarios de petróleo crudo.

La operación fue celebrada por López Obrador, quien consideró que es «una buena noticia para el país» porque «queda en manos de mexicanos». El presidente también dijo que está seguro de que Grupo Carso invertirá en los campos para aumentar su producción.

La compra de los campos Ichalkil y Pokoch es la última de una serie de inversiones que Slim ha realizado en el sector petrolero en los últimos años. En 2021, Grupo Carso adquirió una participación del 20% en la empresa petrolera estadounidense Permian Basin Petroleum Holdings.

La expansión de Slim en el sector petrolero ha sido criticada por algunos, quienes argumentan que el magnate tiene demasiado poder en la economía mexicana. Sin embargo, Slim ha defendido sus inversiones, argumentando que son necesarias para garantizar el suministro de energía del país

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