Que es slow gardering, es una filosofía de jardinería que surgió en la década de los 80´s, este a su vez, se inspiró en el movimiento Slow Food fundado por el italiano Carlo Petrini. Los beneficios que podrás obtener, es poder pasar más tiempo conectado con la naturaleza mientras cuidas de tu jardín, mejoraras el planeta y te ayudara para tener un bienestar físico y mental que te agradara conocer.

Te diremos las 6 formas para conseguir practicar esta filosofía ‘SLOW GARDEN’ y unirse a este movimiento que te ayudará a cambiar la forma en la que te relacionas contigo mismo y con las plantas.

1. ADOPTAR UNA MENTALIDAD CONSCIENTE
Es la práctica de estar presente en el jardín, esto nos ayuda automáticamente a calmarnos y a ralentizar una mente acelerada que nos deja el día a día, a su vez, nos ayudara a tranquilizarnos físicamente. Recuerda ser consciente de realizar esta tarea y no caer en modo piloto automático.
Otro de los beneficios que te aportara, es cuando tienes problema de ansiedad, una buena sesión de jardinería te podrá levanta el ánimo.

2. INVOLUCRA TUS SENTIDOS
Debes pensar en: el olor que te aportaran (lavanda, tomillo y guisantes de olor), en el sonido (hierbas que se mecen), en el sabor que puedes llevar a tu cocina (hierbas, frutas, verduras o flores comestibles) y el disfrutar de las diversas texturas de las plantas.
Tener esta variedad de olores, sonidos, sabores y texturas, te ofrece romper esos patrones de pensamiento negativos, mismos que, puede hacer que el estado de ánimo de cualquiera caiga en picado. Lo que te aporta involucrar los sentidos, es darte un tiempo para reflexionar y reconfortarte al final del día.

3. COSECHA LO QUE SIEMBRAS
Si planificar tu slow garden es placentero, imagínate el de cosechar lo que has sembrado. El sembrar las semillas tiene algo de reconfortante y verlas brotar produce una satisfacción que no conseguirás en la compra de las plantas en la tienda.
Otro de los beneficios que se te puede mencionar de la jardinería, es que también nos enseña a tener paciencia y contrarrestar el ritmo vertiginoso de la ciudad. El mundo natural no tiene prisa, va a su propio ritmo y nosotros debemos seguirle.

4. GUARDA LAS HERRAMIENTAS ELÉCTRICAS
También puedes reducir el ritmo en el jardín, y esto lo harás al renunciar de los aparatos eléctricos y optar por las herramientas manuales. La colección de herramientas esenciales que todo jardinero debería tener va desde un rastrillo, palas de mano, horquillas, palas, hasta un plantador de bulbos.

5. UTILIZA LO QUE TIENES
Puedes realizar una lista de las cosas que necesitas, luego visita tus armarios y pensar creativamente para darles un nuevo uso a las cosas que ya tienes y no requieres más. Hay quien dice que lo mejor que se puede hacer con el plástico es reutilizarlo en la medida de lo posible, y hay muchas formas de utilizarlo en el jardín, desde crear comederos para los pájaros, hasta divertidos jardines de hierbas.

6. APRENDE A AMAR LAS MALAS HIERBAS
El hecho no es que se tenga un jardín lleno de malas hierbas, pero podemos aprender de lo que crece de forma natural en nuestros jardines y relajarnos un poco mirando crecer plantas como lo son los dientes de león que, al fin y al cabo, harán que lleguen los insectos polinizadores que son los que mantienen viva la naturaleza.

Algunos señalan que el buen jardinero se toma su tiempo para conocer su jardín, pues se fija en dónde cae la luz, dónde se acumula la lluvia y en qué condiciones tiene suelo. Si bien es cierto que «pararse y mirar» no es fácil, merece la pena porque conoces tu tierra. Y para ralentizar el ritmo de nuestra ajetreada cultura es fundamental sentirnos parte de la naturaleza que nos rodea.

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