Hace unos días, leí una publicación que hacía referencia a otras de las festividades navideñas de los católicos y que se me hizo interesante darla a conocer. Me estoy refiriendo a la celebración de la llegada de los 3 Reyes Magos. Señala que en la biblia, específicamente en el Evangelio de Mateo, no hace mención de que hayan sido tres o que fueran reyes, solo hace mención de “magos”, palabra que tiene su origen persa y que se refiere a sacerdotes o sabios.
Aunque no se tiene mayor referencia en la Biblia, los nombres que se le dieron a esos personajes son: Melchor, Gaspar y Baltazar. Se cuenta que representan a los continentes de Europa, Asia y África, respectivamente y que representan las tres fases del ser humano: juventud (Gaspar), madurez (Baltazar) y la vejez (Melchor).
Los regalos que presentaron ante el niño fueron: el oro, en referencia a la realeza de Jesús; incienso, símbolo de su divinidad; y la mirra, como la venida de él como hombre en la tierra y en anticipación al sufrimiento que tendría en su vida y a su muerte.
Cuenta también la tradición, que ellos siguieron a la “Estrella de Belén”, algunos conocedores señalan que pudo haber sido la estrella llamada “Sirio”. En México se dice que es la constelación de Orión.
Dentro de todo esto, también existe la leyenda que habla de un cuarto mago: “Artabán”, quien estuvo buscando al Mesías por 30 años para darle su regalo, el cual eran piedras preciosas: un zafiro, un rubí y una perla.
Se cree que la rosca de Reyes se remonta a los saturnales, que eran fiestas paganas que se celebraban en honor al dios Saturno, que con la cristianización se adaptaron a los nuevos tiempos. En México, es una tradición que adoptamos de los españoles con la evangelización.