Bill Skarsgard, conocido por su aterradora interpretación del payaso Pennywise en la película IT, confesó que este papel le dejó secuelas psicológicas. Durante una entrevista, el actor sueco compartió que, tras rodar la película, comenzó a experimentar intensas pesadillas en las que enfrentaba al personaje. Skarsgard explicó que, en esos sueños, se encontraba gritando a Pennywise o, en otras ocasiones, él mismo se convertía en el payaso mientras caminaba por las calles donde creció. La experiencia, según él, fue inquietante y difícil de separar de su vida cotidiana.

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A sus 33 años, Skarsgard relató que todas sus pesadillas se ambientaban en Estocolmo, su ciudad natal. Este detalle hizo que sus sueños fueran aún más perturbadores, pues veía al temido payaso en escenarios familiares de su infancia. Según el actor, era como si Pennywise hubiera invadido su propia vida. “Fue algo extraño; me veía en mi antiguo departamento, intentando separarme de esa figura en el lugar donde crecí”, contó. Este papel, aunque transformador, le dejó cicatrices que llevaron tiempo superar.

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A pesar de todo, el actor admitió haber disfrutado de la transformación necesaria para dar vida a Pennywise, considerándola su “transformación definitiva.” Ahora, mientras trabaja en su próximo proyecto como el vampiro Orlok en Nosferatu, Skarsgard asegura que este personaje supone un reto completamente distinto. Orlok, al ser aún más alejado de su propia personalidad, requería cambios profundos en su voz, postura y expresividad, llevando a Skarsgard a explorar incluso técnicas como el butoh, una danza japonesa que expresa emociones intensas.