La supermodelo británica Georgina Cooper, de 46 años, falleció trágicamente en la isla de Kos solo unos meses después de haberse casado. La noticia fue confirmada por su ex agente, Dean Goodman, quien expresó la profunda devastación de su círculo cercano. «Tenía planes para el futuro y esperaba con ansias su vida. Todo el mundo está devastado», afirmó Goodman, recordando a la modelo que en los 90 se destacó como uno de los rostros más icónicos y rompió esquemas en el mundo de la moda.
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Cooper, famosa como la «chica original de dientes abiertos», fue una figura clave en la era de la Cool Britannia y amiga cercana de otras leyendas de la moda, como Kate Moss. Conocida por su estilo único y su autenticidad, fue portada de revistas como Vogue y The Face, además de aparecer en un video musical de Bon Jovi a los 15 años. Su muerte ha dejado un vacío en el mundo del espectáculo y entre sus seguidores que admiraban su singular personalidad y talento.
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Goodman compartió en redes sociales su tristeza, recordándola como una «musa» para la fotógrafa Corrine Day y alguien «increíble». Durante la pandemia, la modelo enfrentó problemas de salud, pero mantenía viva su ilusión por regresar a las pasarelas. «Estoy en shock, hablamos hace poco sobre reunirnos luego de su boda«, añadió Goodman. Cooper, quien se alejó de la moda para dedicarse a su hijo, será recordada como una superestrella con un estilo inigualable y un legado imborrable en la industria de la moda.