Socks Clinton, el icónico gato blanco y negro, es conocido por haber sido el único felino en recorrer libremente las elegantes dependencias de la Casa Blanca durante los dos mandatos presidenciales de Bill Clinton. Este gato se convirtió en una figura destacada y recibió gran atención a nivel nacional.

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Durante su estancia en la Casa Blanca, Socks no solo fue una mascota presidencial, sino que también tuvo su propia página web y recibió numerosos correos de admiradores de todo el país. Su popularidad trascendió las fronteras de la residencia presidencial, convirtiéndose en una figura querida por muchos.

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La historia de Socks comenzó cuando fue adoptado por Chelsea Clinton, la hija del presidente, quien lo encontró en la calle después de una clase de piano en Little Rock, Arkansas. Desde ese momento, Socks se convirtió en una presencia constante en la Casa Blanca, encantando a todos con su presencia y su carácter encantador.