Información por Jeanette Trillo
Poco a poco la medicina a logrado dar a conocer enfermedades que en tiempos anteriores eran difíciles de entender y sus síntomas se atribuían a otros padecimientos ya conocidos, entre estos aún misteriosos casos están las enfermedades autoinmunes.
Una enfermedad autoinmune es aquella que provoca que el sistema inmunitario comience a atacar tejidos sanos, provocando severos problemas en la salud, entre ellas podemos encontrar el lupus, la diabetes tipo 1, la esclerosis múltiple y la artritis reumatoide.
La artritis reumatoide afecta directamente a las articulaciones causando inflamación y dolor severos, puede comenzar a cualquier edad sin distinción de sexo. Detectar de manera temprana esta enfermedad y seguir un plan terapéutico puede aumentar las posibilidades de llevar una mejor calidad de vida para quienes la padecen.
Como la mayoría de las enfermedades autoinmunes, es complicado conocer una causa exacta para la aparición de la artritis reumatoide, sin embargo se ha descubierto que su origen puede deberse a la combinación de distintos factores genéticos, ambientales e inmunitarios.
Cuando se desarrolla esta enfermedad, el sistema inmunitario provoca una inflamación en los tejidos que recubren las articulaciones la cual, con el tiempo, conduce al deterioro del cartílago y hueso provocando dolor y problemas de movimiento.
Entre los síntomas que se llegan a presentar, como lo mencionamos anteriormente, esta el dolor articular, rigidez prolongada de las articulaciones por la mañana, inflamación en la zona afectada, cansancio y debilidad. Estos síntomas suelen afectar ambos lados del cuerpo y a medida que la enfermedad avanza puede llegar a causar deformidades y restricción del movimiento.
El objetivo primordial del tratamiento es aliviar los síntomas como el dolor, reducir la inflamación y mantener la movilidad para prevenir un daño mayor en las articulaciones.
Si comienzas a sentir malestar relacionado a los síntomas que ya mencionamos no dudes en acudir rápidamente con tu medico.