La Universidad de Cambridge en Inglaterra creó un páncreas artificial con el objetivo de controlar los niveles de glucosa en sangre de las personas que padecen diabetes.
El páncreas artificial fue probado en 26 personas, de las cuales solo una presento un problema relacionado a la colocación. Los participantes refirieron haberse sentido satisfechos con el funcionamiento del aparato, el cual les ayudo a restar tiempo del que le dedicaban normalmente a cuidar sus niveles de glucosa.
El páncreas artificial se encuentra en camino a ser aprobado para su venta comercial con el fin de ayudar a quienes padecen de diabetes tipo 2.