Nota y Fotos por: Silver Juárez Arce

En una conferencia titulada Mujeres: otra forma de hacer política, la activista y conferencista Carol H. Solís denunció este miércoles en el Congreso de Chihuahua los estereotipos de género y la «carga mental invisible» que limitan la participación de las mujeres en la vida pública. Su intervención, dirigida a legisladores y funcionarios, destacó cómo los roles tradicionales perpetúan desigualdades, incluso entre mujeres que alcanzan puestos de poder.

Solís inició su discurso criticando la disparidad en el juicio social hacia hombres y mujeres. Ejemplificó con un caso hipotético: “Si una mujer viaja a Puerto Vallarta con amigas, le preguntan: ‘¿Y tus hijos?’. En cambio, a Rodrigo, su esposo, nadie le cuestiona si se va de viaje con amigos”. Subrayó que este doble rasero se extiende a la política: “¿Cuántas veces han dicho de una líder: ‘¿Quién sabe cómo llegó? ¿Ya vieron cómo se viste?’ A un hombre jamás se le juzga por su apariencia”.

Con una anécdota personal, Solís ilustró la sobrecarga que enfrentan las mujeres incluso en espacios de poder. Relató que, mientras ensayaba su ponencia, su esposo le preguntó por el pago del recibo de luz: “En ese momento, mi mente dejó de enfocarse en datos de 194 países para pensar: ‘¿Dónde está el recibo?’”. Esta “carga mental”, afirmó, es una barrera invisible: “Aunque tengamos ayuda en casa, seguimos gestionando tareas domésticas. Los hombres no llegan a lavar su ropa o revisar tareas escolares después del trabajo”.

La activista cuestionó que las mujeres en puestos de liderazgo a menudo replican estructuras patriarcales por miedo a perder sus cargos: “Si solo somos cuatro mujeres en un espacio, tememos que nos quiten el puesto si priorizamos agendas de género”. Criticó el llamado “pacto patriarcal”, donde hombres (y a veces mujeres) protegen privilegios para mantener el statu quo: “Llegar al poder no basta para romperlo. El sistema nos condiciona a competir, no a colaborar”.

Solís recordó que la exclusión de las mujeres de la esfera pública es un constructo histórico: “Nos han dicho que ‘la política es de hombres’, pero hasta en la prehistoria las mujeres cazaban mamuts”. Sin embargo, destacó avances: “Las nuevas generaciones no dudan de su derecho a ocupar espacios. Para ellas, votar en una urna electrónica es tan natural como usar redes sociales”.

La conferencia concluyó con un llamado a transformar estructuras: “Necesitamos políticas públicas que alivien la carga mental, como licencias parentales equitativas, y que los hombres renuncien a privilegios cómodos”. Solís urgió a las mujeres en cargos a “jalar a otras” sin miedo, y a los hombres a “entender que el patriarcado también los limita”.

El evento, organizado por la Comisión de Igualdad del Congreso, generó aplausos y debates entre asistentes. La diputada local María González (Morena) afirmó: “Es hora de traducir estas reflexiones en leyes que redistribuyan responsabilidades domésticas”.

Mientras Chihuahua se prepara para elecciones locales en 2026, el discurso de Solís resuena como un desafío a los partidos para incluir enfoques de género no solo en discursos, sino en presupuestos y reformas.