Nota y Fotos por: Silver Juárez Arce

En las calles del centro de la ciudad, conocimos a León Rodarte, un hombre de 83 años que ha dedicado toda su vida a la venta de semillas. Con una historia que se remonta a sus primeros pasos en este oficio a los 7 años, León compartió con nosotros su experiencia única.

«Trabajé toda mi vida, ya cumplí trabajando. Pero ahora me dedico nada más a esto, a vender semillas», dijo con orgullo. Su trayectoria abarca aproximadamente 75 años, un periodo en el que también trabajó en empresas y se las ingenió para salir temprano y laborar en turnos nocturnos mientras vendía semillas de día.

León no solo vende semillas; las prepara con esmero para ofrecer productos de calidad. Con diferentes cáscaras y regulaciones de sal, el proceso se lleva a cabo en un comal de fierro con leña y carbón. «Tienen gasto, pero también me gano 150, 200 pesos diarios para la familia, para mi esposa», compartió.

El vendedor ambulante no solo es conocido por sus semillas, sino también por su historia de vida. Originario de Fresnillo, Zacatecas, León llegó a Chihuahua para darle estudios a un joven, que eventualmente se casó y le dio nietos. Su dedicación al oficio y su compromiso con la familia son evidentes en cada palabra.

A pesar de las dificultades, León permanece activo y disponible para los clientes todos los días en el centro de Chihuahua. Su puesto se ubica frecuentemente en la intersección de la calle 11 y Rosales, cerca de donde se congregan los taxistas de la revolución.

«El que quiera semillas, aquí lo encuentra en el centro, todos los días», afirmó contento. Su presencia es una constante en la vida cotidiana de la ciudad, y sus productos son una tradición para aquellos que buscan una botanita para calmar el hambre.

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