Nota y Fotos por: Silver Juárez Arce
En las calles de muchas ciudades, es común ver a personas que atraviesan los cruceros para pedir o limpiar vidrios de los vehículos. Sin embargo, lo que muchas veces no se ve a simple vista es que algunas de estas personas padecen enfermedades mentales o tienen algún tipo de adicción.
Estas personas se encuentran en una situación muy vulnerable y ponen en riesgo su vida al exponerse a sufrir un accidente en las calles. Es evidente que no están aptas para torear los vehículos, y la sociedad debería tomar medidas para protegerlas.
Por desgracia, muchas familias no cuentan con el dinero suficiente para internar a sus seres queridos en un centro de salud especializado en tratar enfermedades mentales o adicciones. Además, en algunos casos, estas personas son desatendidas por sus familiares, lo que las hace aún más vulnerables.
Por otro lado, los gobiernos tampoco están prestando la atención necesaria a este problema. Es importante que se destinen recursos y se implementen políticas públicas que permitan ayudar a estas personas a salir de su situación de vulnerabilidad.
El abandono de estas personas en las calles no solo es un problema de seguridad vial, sino que también es un problema social y de salud pública. Es necesario que se genere conciencia sobre esta problemática y se promuevan medidas que permitan garantizar el bienestar de estas personas y su integración a la sociedad.