Nota y Fotos por: Silver Juárez Arce

En la esquina de las calles Victoria e Independencia, frente al Café Starbucks, Antonio y Juanita, un matrimonio de adultos mayores, pasan sus días buscando el sustento diario a través de la música de un acordeón y la generosidad de los transeúntes.

La pareja, que permanece en este punto desde las 11 de la mañana hasta las 6 de la tarde, enfrenta dificultades para cubrir sus necesidades básicas, incluyendo el pago de la renta y la alimentación. Este año, la cena navideña parece ser un lujo lejano para ellos.

«Necesitamos para la cena de Navidad», comparte Antonio, quien toca el acordeón para ganar algunas monedas. Cuando se le pregunta qué le gustaría cenar en Nochebuena, responde con humildad: «Un pavo o algo, lo que tenga la gente voluntad».

La situación de la pareja se complica aún más con la llegada del invierno, pues requieren cobijas y samarras para protegerse del intenso frío. Antonio menciona que su situación se ha visto agravada por problemas de salud y la falta de oportunidades laborales.

«Estoy enfermo y no hay trabajo», explica Antonio, «así es la lucha para juntar algo para comer». Su testimonio refleja la realidad de muchos adultos mayores que, en vísperas de las fiestas decembrinas, enfrentan la incertidumbre de no poder celebrar como quisieran.