Nota y Fotos por: Silver Juárez Arce
El pasado 8 de marzo, el Día Internacional de la Mujer, se llevó a cabo una manifestación en la que, desafortunadamente, ocurrieron hechos violentos. Entre estos actos de violencia la destrucción de una rampa para personas con discapacidad ubicada a un costado de Palacio de Gobierno sobre la Venustiano Carranza.
Es realmente lamentable que, en pleno siglo XXI, la inclusión de las personas con discapacidades siga siendo un tema controversial y que, en este caso, haya sido víctima de un acto vandálico por parte de grupos feministas que exigen inclusión.
Es importante entender que las facilidades que se ofrecen para estas personas no son un lujo, sino una necesidad. Es responsabilidad de todos los ciudadanos, así como de los gobiernos, las empresas y las organizaciones en general, garantizar que todas las personas tengan acceso a servicios y lugares públicos sin ningún tipo de barreras.
La inclusión es una tarea en la que debemos trabajar todos juntos. Esta tarea no solo implica la eliminación de barreras físicas, sino también la eliminación de barreras mentales.
Desafortunadamente, la falta de inclusión por parte de estos grupos y en nuestra sociedad ha generado una gran cantidad de obstáculos para las personas con discapacidades, lo que puede limitar su desarrollo y su participación activa en la sociedad.
Hay que erradicar el estigma y la discriminación hacia las personas con discapacidad. La inclusión es una responsabilidad que tenemos todos como personas.