Información y fotografías por: Silver Juárez Arce.

Sin dar a conocer los motivos los encargados no permiten la entrada a nadie.

El Cementerio de Dolores uno de los más antiguos de la ciudad de Chihuahua se encuentra cerrado y no se permite la entrada de los deudos o de visitantes que gustan recorrer el panteón por encontrarse aquí tumbas que datan del siglo XIX.

Al darse a conocer una serie de quejas de los deudos quienes tienen sepultados a sus seres queridos en este panteón, la propietaria optó por cerrar las puertas y no permitir la entrada de nadie.

Hay un total descuido que data desde hace varios años en el Cementerio de Dolores, a pesar de que es un camposanto  privado, no se da el mantenimento que merece este lugar donde hay más de 4 mil tumbas.

El año pasado los pasillos y corredores lucían totalmente sucios con maleza que cubrió las tumbas y en donde abundaban alimañas peligrosas como ciempiés, viudas negras, alacranes y víboras.

Muchos deudos que tienen pagados los servicios de perpetuidad se quejaron de las malas condiciones en que está el panteón.

Sin embargo y previo a la celebración del Día de Muertos, las puertas del panteón fueron cerradas con candado y en el lugar no se encontró a alguna persona que diera información sobre las causas que generaron este cierre.

Historia del Cementerio de Dolores.

En Chihuahua, uno de los cementerios con más de un siglo activo es el panteón de Dolores, ubicado en la colonia San Jorge, en su interior descansan personajes que hicieron historia, tanto en el aspecto político, intelectual, empresarial, social, militar y religioso.

El camposanto fue abierto en 1912, cuando a iniciativa de don José Rodríguez abrió este lugar para “guardar” los restos de los fallecidos, apoyado de su esposa. Luego, el manejo pasó a manos de sus hijos y ahora de los bisnietos.

Este camposanto tiene más de 100 años, abrió sus puertas un 12 de septiembre de 1912, la primera persona que fue sepultada llevaba por nombre Jacinta Zea, la historia cuenta que esta joven perdió la vida a la tierna edad de 22 años y durante su sepelio su sobrina siendo una niña, lloró desconsoladamente. Pasaron 95 años y de nueva cuenta familiares de Jacinta Zea, volvieron a su tumba para sepultar no en el mismo lugar, pero si cerca, a esa pequeña que tanto lloró a su tía cuando esta fue sepultada 90 años atrás.

El Panteón de Dolores, fue nombrado así a partir de la década de 1930, pues antes era el Panteón Nacional y la gente lo confundía con el Panteón Municipal, por lo que se decidió cambiarle el nombre.

A pesar de abrir sus puertas en 1912, resguarda restos y tumbas aún más antiguas, estas fueron expropiadas y reubicadas de sitios que fueron panteones antiguos, por ejemplo el Parque Revolución antes panteón de la Regla a mediados del siglo XIX, además de otro panteón, ubicado en lo que hoy es la calle Simón Bolívar.

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