Nota y Fotos por: Silver Juárez Arce

Bajo un cielo despejado y en medio de un centro histórico inusualmente tranquilo, decenas de familias creyentes chihuahuenses recorrieron este Jueves Santo los siete templos católicos de la ciudad, manteniendo viva una tradición centenaria. Entre ellas destacaron grupos como la familia Valencia, integrada por unas 11 personas, quienes avanzaban por la Plaza Hidalgo rumbo a la Parroquia Nuestra Señora Refugio de Pecadores, ubicada frente al Parque Urueta.

Minutos después, en las inmediaciones de la Catedral Metropolitana de Chihuahua, la familia Rodríguez, conformada por seis miembros, iniciaba su recorrido hacia el mismo templo del Parque Urueta para posteriormente dirigirse al Templo Sagrado Corazón de Jesús, situado en la avenida 20 de Noviembre y avenida Ocampo. Ambas familias, al igual que cientos de fieles, siguen cada año esta práctica que conmemora el recorrido de Jesús después de la Última Cena, según la tradición cristiana.

La visita a los siete templos simboliza las siete estaciones del relato evangélico vinculadas a la Pasión de Cristo, desde su oración en el Huerto de Getsemaní hasta su comparecencia ante Poncio Pilato. Cada iglesia representa un momento específico de este viacrucis espiritual, y los fieles rezan en ellas como acto de reflexión y penitencia durante Semana Santa.

Mientras las calles del centro lucían vacías por el cierre masivo de comercios y la ausencia de tráfico, el movimiento se concentró en los templos. Pese a la disminución general de actividades, la afluencia a los recintos religiosos se mantuvo estable, con familias enteras participando en la tradición.

El recorrido de los siete templos, que incluye además de los ya mencionados a San Francisco de Asís y Medalla Milagrosa, entre otros, refuerza no solo la fe individual, sino también los lazos comunitarios en una ciudad donde lo religioso y lo cultural siguen entrelazándose, incluso en pleno 2025.