Nota y Fotos por: Silver Juárez Arce
Ayer, 8 de marzo, miles de mujeres salieron a las calles de Chihuahua capital para marchar en el Día Internacional de la Mujer. La marcha tenía como objetivo llamar la atención sobre los problemas que aún enfrentan las mujeres en nuestro país, incluyendo la violencia de género, la discriminación en el trabajo y la falta de acceso a servicios de salud reproductiva.
A pesar de que la mayoría de las mujeres marcharon pacíficamente y con un mensaje de unidad, algunas personas otras aprovecharon la oportunidad para generar disturbios y destrozos en Palacio de Gobierno y otros edificios que se toparon en su paso. Estas acciones irresponsables no representan a la verdadera mayoría de mujeres que estuvieron presentes en la marcha y no reflejan los valores que se estaban promoviendo.
Es importante destacar que la marcha M8 fue organizada por mujeres de distintas edades, orígenes y contextos socioeconómicos que unieron fuerzas para levantar la voz por sus derechos. La presencia de jóvenes, mujeres mayores, mujeres indígenas y de diferentes orientaciones sexuales mostró la diversidad y la complejidad del movimiento feminista en nuestra ciudad.
La marcha fue también un espacio de solidaridad y apoyo mutuo. Mujeres que han sido víctimas de violencia sexual o de género encontraron en la marcha un espacio para sanar y para hacer visible su lucha. También se vieron mensajes de apoyo a las trabajadoras del hogar, a las mujeres migrantes y a las que luchan por sus derechos en el ámbito laboral.
A pesar de que la marcha terminó en actos violentos provocados por algunas mujeres, es importante reconocer el poder y la importancia de las mujeres que sí marcharon pacíficamente y que dieron una muestra de su fuerza y de su compromiso con la lucha por la igualdad de género. Debemos seguir trabajando juntos para construir una sociedad más justa y equitativa para todas las personas, independientemente de su género o condición social.