Nota y Fotos por: Silver Juárez Arce

En la Plaza de Almas, el aroma tentador de las donas recién llegadas dan la bienvenida a los transeúntes, cortesía de Emilio Iván Fierro Ruiz, un maestro de la tradición de las donas de azúcar que ha conquistado los corazones de Chihuahua.

Emilio, conocido por sus donas irresistibles, con una sonrisa y anunciando “ya han llegado las donas calientitas del día”, creando una experiencia única para quienes pasean por la plaza. La charola de pan sobre su cabeza, equilibrada con destreza, es un espectáculo que añade un toque de magia a la escena.

Con una sonrisa en el rostro, Emilio comparte detalles sobre su labor matutina. “Doscientas donas,” responde orgulloso cuando le preguntamos sobre la cantidad diaria que prepara de estas deliciosas donas de azúcar. La conversación ligera fluye mientras los clientes curiosos disfrutan de la oferta de donas crujientes y azucaradas.

En tiempos de frío, la conexión entre pan y cafecito es innegable, y Emilio lo sabe bien. A diez pesos la dona, o seis por cincuenta, ofrece a los amantes del dulce la oportunidad de disfrutar de estas delicias con un toque casero.

La entrevista revela la dedicación y el esfuerzo detrás de este emprendedor. Con más de veinte años en el negocio de las donas, Emilio inicia su día a las dos de la mañana, preparando cuidadosamente el aceite, la masa y todo lo necesario para garantizar la frescura de su producto.

Preguntado sobre si alguna vez ha enfrentado desafíos, Emilio comparte anécdotas de donas que le han lanzado e incluso situaciones donde ha salido en bicicleta llevando consigo sus creaciones. Su experiencia y pasión por su oficio se reflejan en la calidad de sus productos.

La tradición de Emilio no solo está arraigada en la calidad de sus donas, sino en la alegría que comparte con cada cliente. Con la Plaza de Almas como su escenario, Emilio Iván Fierro Ruiz continúa endulzando las mañanas de Chihuahua.