A esta redacción en días pasados, llegaron algunas quejas sobre el proceso de cómo tratan a los empleados del bienestar en el Estado y en el país la forma inhumana que trata la 4T a sus empleados.
¡Ah, los tiempos modernos!
Donde trabajar para el gobierno se ha convertido en un juego de resistencia y sacrificio digno de un héroe épico. Decenas de exservidores de la nación han denunciado despidos injustificados, mientras otros han optado por renunciar debido a las inhumanas condiciones laborales. No se preocupen, las jornadas sin descanso, la falta de vacaciones y la obligación de costear sus propios materiales, son simplemente un entrenamiento para el más allá.
Funcionarios y exfuncionarios entrevistados señalaron que estas problemáticas están presentes en todo el país. Quienes intentan reclamar sus derechos enfrentan represalias. Al parecer, pedir condiciones laborales decentes es considerado una ofensa grave.
Esta redacción busco información que se consultó a la Secretaría de Bienestar sobre las denuncias, pero, por supuesto, no obtuvo respuesta. ¿Por qué dar explicaciones cuando puedes seguir con la vida?
Animal político presentó lagunas entrevistas, Dolores, quien trabajó como servidora de la nación en Baja California, relató que comenzó como voluntaria para promover el voto a favor de AMLO, y después se unió a la Secretaría de Bienestar. Tras cinco años de arduo trabajo, fue despedida sin previo aviso y sin liquidación. ¡Una despedida digna de un héroe olvidado!
«Nos pidieron formalizar nuestro trabajo y hasta abril de 2019 recibimos salario. Pero nunca tuvimos contrato, solo nombramientos por tres meses», explicó Dolores, quien fue notificada el 2 de enero que ya no debía presentarse a trabajar.
Alma, otra exservidora, compartió una experiencia similar. Tras cinco años y medio, fue despedida sin documento oficial ni compensación. «Nos presionaban para trabajar tarde, los fines de semana y en pandemia sin apoyo. Pero aguantamos porque prestábamos un servicio con amor», declaró.
Además, Alma denunció que su nombre sigue en la nómina de Bienestar pese a su despido. «Queremos saber qué pasa con ese dinero y por qué seguimos en el sistema si ya no trabajamos ahí», cuestionó.
Nereida, exservidora en Nuevo León, renunció tras seis años en la delegación. «Nos exigían estar disponibles 24/7, sin horarios, con solo dos semanas de vacaciones y comprando nuestro propio material», relató. Intentó exigir mejores condiciones, pero la respuesta fue negativa. «Si te quejas, te traen de encargo», afirmó.
En Zacatecas, P., quien prefirió el anonimato, aseguró que ha considerado renunciar, pero no lo hace por necesidad. «No quiero seguir ahí por el abuso de poder. Han sido seis años de violaciones a nuestros derechos», señaló. Denunció retrasos en los pagos, la obligación de costear materiales y cuotas para reparaciones. «Nos tratan como si fuéramos parte de un movimiento político y no trabajadores con derechos», expresó.
Según el Sindicato Nacional de Servidores de la Nación (SINASEN), las quejas se han reportado en varios estados.
En junio de 2024, 12 servidores fueron despedidos en Jalisco por organizarse dentro del sindicato.
Chihuahua no se queda atrás: en los Bancos Bienestar, los despidos son la nueva norma. Empleados solidarios compran agua para adultos mayores con su propio dinero, enfrentando retrasos de sueldo hasta por tres quincenas y presiones para trabajar sábados, domingos y horas extras sin paga. ¡Vaya trato humanitario! De la 4T
P. cuestionó si la presidenta electa Claudia Sheinbaum o la titular de Bienestar, Ariadna Montiel, están al tanto. «Dicen una cosa, pero la realidad es diferente», afirmó.
Hasta que no haya cambios, trabajadores como ella soportarán condiciones «insostenibles», con la esperanza de que las autoridades atiendan sus denuncias y brinden mejores condiciones.