En una nueva diligencia llevada a cabo en el rancho Izaguirre, ubicado en Teuchitlán, Jalisco, se han encontrado nuevos indicios que apuntan a la posible privación de libertad de personas desaparecidas. A invitación de la Fiscalía General de Jalisco, representantes de colectivos de búsqueda de personas desaparecidas y la Comisión Nacional de Búsqueda han asistido para atestiguar los trabajos, mientras que la Fiscalía General de la República se hará cargo de la indagatoria por disposición oficial.


Durante la inspección en el rancho Izaguirre, se registró un cuarto punto positivo con posibles restos humanos, los cuales los colectivos de búsqueda consideran que podría tratarse de un nuevo horno crematorio. En total, se identificaron seis puntos adicionales donde, según los hallazgos preliminares, los delincuentes que operaban en el lugar dispusieron de restos humanos.

Los representantes de los colectivos refirieron que, en el extremo trasero del rancho, se detectó la presencia de un solvente que podría ser sosa cáustica debajo de la tierra. Ante esto, el personal pericial se comprometió a realizar una nueva revisión con tecnología de densitometría de tierra, comenzando a partir de este viernes 14 de marzo.

Durante la diligencia, se localizaron fragmentos óseos que muestran evidencia de exposición a altas temperaturas, pero que se desmoronaron al ser colectados. Estos hallazgos subrayan la importancia de continuar con las investigaciones para esclarecer los hechos y brindar justicia a las familias de las personas desaparecidas.


La diligencia en el rancho Izaguirre arroja luz sobre la sombría realidad de las desapariciones forzadas en México. Los nuevos hallazgos refuerzan la necesidad de continuar con las investigaciones y utilizar todas las herramientas disponibles para encontrar a las personas desaparecidas y llevar a los responsables ante la justicia. La colaboración entre las autoridades y los colectivos de búsqueda es crucial para avanzar en esta difícil tarea y ofrecer respuestas a las familias afectadas.