Batres es hermana del jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres, y una reconocida seguidora de las políticas implementadas por el presidente Andrés Manuel López Obrador. Su nombramiento estuvo rodeado de polémicas y críticas de la oposición, que la acusa de tener fuertes nexos con el gobierno federal.
Durante su discurso de investidura, Batres criticó duramente a la SCJN, asegurando que «ejerce poderes que están expresamente vedados en la ley».
«La Suprema Corte ha asumido una función de legislador positivo, pues define normas que prevalecerán posteriormente a una declaración de inconstitucionalidad invadiendo la esfera del Poder Legislativo», manifestó.
Batres también criticó que la Corte incumple la norma que «fija como límite para la remuneración de personas funcionarias públicas la establecida por el Presidente».
«Nos corresponde acatar la Constitución», profundizó. «Estos excesos indican que no tenemos una suprema corte subordinada a la Constitución, sino una Constitución subordinada a la Suprema Corte».
La llegada de Batres a la SCJN ha sido interpretada como un intento del gobierno federal de controlar a este organismo, que ha sido un foco de críticas para López Obrador.
Batres tendrá un papel clave en la Corte, ya que su voto podría ser decisivo en casos relevantes, como el que se analiza actualmente sobre la constitucionalidad de la reforma eléctrica impulsada por el gobierno federal.