*Una madre sola con cinco hijos desean cenar lo que en las películas se ve

Fotografía y nota por: Silver Juárez Arce

En una casita hecha de cartón y hule negro habita una familia de 9 personas que viven en total hacinamiento.

Está ubicada en la colonia La Noria o Las Norias, en una calle que no tiene nombre pero ellos la conocen como la Calle del Arroyo.

Ahí los pocos vecinos los conocen como la familia Vega Cruz.

La jefa de familia Aurelia Cruz Chaparro estaba seleccionando ropa que recogen para vender cuando fue entrevistada por este medio de comunicación.

Es madre de cinco niños y tiene tres sobrinos más viviendo con ella. No tiene empleo y por lo tanto las condiciones para poder sacar a la familia son muy difíciles.

«No tengo trabajo y vivo al día» dijo. Recogen ropa vieja que la gente tira para poder venderla en las segundas.

Tampoco tiene esposo, se quedó sola con la carga de sus cinco hijos que están en edad escolar.

Los días de lluvia y de frío son muy duros para ellos porque «nos llueve más adentro que afuera y a veces tenemos un plato de frijoles para comer. La sopa ya es un lujo pero igual nos gusta mucho».

Para ellos la Navidad no existe, porque no tienen con qué celebrar, pero sí desearían pocas cosas para la Noche Buena.

Aurelia dijo tener un sueño: una cena navideña como la que se ve en las películas, con un delicioso pavo, papas, panecitos y bebidas calientes para ella y sus hijos.

Cuando le comentamos que pudiera ocurrirle un Milagro de Navidad ella respondió que «entonces le gustaría tener lo que sea para cenar, que todo es bienvenido.

Como no tiene un esposo que la apoye económica y moralmente, Aurelia es el Santa Claus de la familia.

«Sí me piden cosas mis hijos. Uno de ellos sueña tener una pista de carritos y las niñas unas muñequitas, las más grandes quieren balones de basquetbol y de voleibol, pero ande…¡usted cree! ¿Con qué les compro tantas cosas si ni trabajo tengo?» dijo resignada.

Así que el 25 de diciembre los niños se despiertan sin un juguete qué estrenar y divertirse, para ellos la vida es igual siempre.

Debido a que es complicado encontrar su dirección la cual no está ni siquiera registrada en el plano catastral, Aurelia proporcionó el número de su sobrino con quien pueden comunicarse aquellos que deseen apoyar a la familia: 614-470-33-97.

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