El Manchester United continúa sin encontrar su rumbo en esta temporada, y este domingo sufrió una contundente derrota en casa frente al Tottenham, que no perdió la oportunidad de extender su racha de victorias a cuatro en todas las competiciones. Desde el inicio del partido, el equipo de Ten Hag mostró una notable falta de energía y claridad, dejando el control del juego en manos de los visitantes desde los primeros minutos en Old Trafford.
El Tottenham no tardó en capitalizar la falta de vigor del United, con Van de Ven interceptando un pase tempranero y sirviendo una asistencia para Johnson, quien continuó su buena racha goleadora empujando la pelota al fondo de la red. La falta de intensidad defensiva del United fue evidente y no mostraron mejoría alguna en el ataque, lo que facilitó el trabajo de los Spurs.
El encuentro se complicó aún más para el Manchester United cuando Bruno Fernandes, el capitán del equipo, recibió una tarjeta roja directa por una dura entrada sobre Maddison poco antes del descanso. La situación desencadenó una sonora rechifla por parte de los aficionados presentes al término de la primera mitad.
La segunda parte apenas había comenzado cuando Tottenham aumentó su ventaja gracias a un remate acrobático de Kulusevski, quien aprovechó un rebote dentro del área. A pesar de los cambios ofensivos realizados por Ten Hag, con las entradas de Hojlund y Eriksen buscando un revulsivo, fue Solanke quien terminó de cerrar el marcador con un gol en el minuto 77, sellando la victoria para los visitantes y dejando a los fanáticos locales profundamente decepcionados, muchos de los cuales optaron por abandonar el estadio antes del pitido final.