El martes 26 de diciembre se da en la mañanera. La confirmación del subsidio a Mexicana de Aviación es una noticia preocupante para la economía mexicana. El costo de este subsidio, estimado en 2,300 millones de pesos hasta 2028, es significativo, y representa un desperdicio de recursos públicos.
La decisión del gobierno de subsidiar a Mexicana es una muestra más de la falta de planeación y análisis en las políticas públicas del gobierno de Andrés Manuel López Obrador. La aerolínea mexicana quebró en 2010, y su regreso al mercado es una tarea difícil y costosa. El gobierno no ha presentado un plan viable para que Mexicana sea rentable, y es probable que el subsidio termine siendo un rescate vano.
La confirmación de que todas las obras y programas de López Obrador requieren subsidios es una muestra de la incompetencia del gobierno. El tren militar, el interoceánico, el AIFA, Dos Bocas, Gas Bienestar y Sembrando Vida son proyectos que han sido cuestionados por su viabilidad económica. La falta de análisis y planeación en estos proyectos ha llevado a que el gobierno tenga que recurrir a los subsidios para mantenerlos a flote.
La dependencia de los subsidios es un problema grave para la economía mexicana. El gobierno está destinando recursos públicos a proyectos que no son rentables, lo que está reduciendo la capacidad del Estado para financiar proyectos que sí lo son. Además, los subsidios están distorsionando el mercado, lo que está generando ineficiencias y corrupción.
El gobierno de López Obrador debe cambiar su forma de tomar decisiones. Las políticas públicas deben ser tomadas con base en un análisis riguroso, y deben estar orientadas a la eficiencia y la rentabilidad. La dependencia de los subsidios es un problema que debe ser resuelto, ya que está afectando negativamente la economía mexicana.