ABC Internacional.– Al menos 151 muertos y 82 heridos en una estampida durante una fiesta de Halloween en Corea del Sur.
La Policía había informado previamente de que esperaba una gran concentración de unas 100.000 personas en la fiesta de Halloween en la que ha ocurrido la tragedia
Lo que parecía ser una noche de celebración en Seúl por la festividad de Halloween, se convirtió en una tragedia, después de que una estampida humana dejara centenares de muertos y heridos en la capital surcoreana. Al menos 151 personas murieron y 82 resultaron heridas en una grave avalancha humana ocurrida durante una fiesta en el barrio de Itaewon. «A las 22.46 horas (14.46 hora peninsular española) del 29 de octubre ha habido un accidente por amontonamiento cerca del Hotel Hamilton. El número de víctimas se estima en más de un centenar», informó la Oficina Central de Desastres y Seguridad del Ministerio del Interior surcoreano, citada por la prensa surcoreana. Las autoridades sanitarias han indicado que la mayoría de los fallecidos eran jóvenes de en torno a los 20 años de edad. También hay extranjeros entre las víctimas, precisaron.
Según recogía la agencia de noticias surcoreana Yonhap, los servicios de emergencia recibieron más de 80 llamadas de aviso desde la zona del Hotel Hamilton, muy cerca de donde tuvo lugar la catástrofe, por dificultades respiratorias. Según las autoridades, más de 100.000 personas se concentraron en el barrio de Itaewon, conocido por las celebraciones de Halloween y miles de personas se aglutinaron en sus estrechas calles.
La Policía Metropolitana de Seúl ya ha abierto una investigación para conocer las causas de esta avalancha. Aunque todavía no se conocen detalles, los medios locales hablan de que una gran cantidad de personas comenzó a empujar a otras en un estrecho callejón en cuesta, lo que provocó la caída al suelo en avalancha de cientos de ellas. Policías y bomberos se trasladaron al lugar de los hechos y, según recoge el periódico ‘Hangyore Sinmun’, comenzaron a trasladar a «decenas» de cuerpos de los primeros fallecidos en la catástrofe.