En Japón, la caída de la producción mundial de cacao y su encarecimiento ha llevado a los comercios a buscar alternativas para San Valentín. En lugar de los tradicionales chocolates que las mujeres suelen regalar a los hombres, se han popularizado exóticas opciones como el mole y la tarta de queso al «estilo vasco». Estas delicias han captado la atención de los japoneses, que buscan sorprender a sus seres queridos con sabores únicos y memorables. Así, San Valentín en Japón se reinventa, combinando la tradición con innovaciones gastronómicas que reflejan la riqueza cultural y la creatividad culinaria del país.
