1. Temática y colores
El primer paso a la hora de decorar cualquier tipo de evento es elegir la temática o inspiración en la que nos queremos basar. La suerte es que en el caso de los niños hay mucho donde elegir, aunque como idea podemos partir de temas que les interesen y meternos de lleno en su mundo de fantasía infantil.
Podemos crear por ejemplo una fiesta temática basada en elementos naturales y animalitos que les gusten, desde flamencos a dragones, en personajes de ficción como Hello Kitty o las tortugas Ninja, superhéroes y villanos varios, princesas de cuento como Frozen o simplemente centrar la decoración en sus colores favoritos.
Lo importante es decantarse por algo en concreto para que nos sirva de guía a la hora de decorar.
Esta decisión nos conducirá a una paleta cromática o gama de color en la que deberemos basarnos para escoger los diferentes elementos decorativos para la fiesta.
2. Elementos y decoraciones
En toda fiesta encontramos algunos elementos básicos que se repiten. Los peques son bastante menos complicados que los adultos, ya que no necesitan mucho para pasarlo bien, afortunadamente para sus sufridos padres.
Así, en la decoración de fiestas infantiles debemos contar con algunos complementos sencillos y coloridos según la temática elegida, como guirnaldas, globos, banderitas, flores de papel o farolitos. Obviamente debe existir una mesa de los dulces o candy bar, y si además contamos con una generosa piñata (ya sea en tonos vivos o en colores pastel) ya sería el acabóse.
Vamos, que con esos tres elementos ya podemos crear la fiesta perfecta.
Por lo que respecta a la piñata, probablemente el elemento más complicado, podemos inspirarnos en la temática elegida para darle l forma y color: con simple cartón y papel maché se pueden crear originales diseños para la fiesta que sorprenderán a niños y adultos.
3. Presentación de la mesa
La mesa es el punto fuerte de la fiesta y el foco principal al que prestar atención, por muy bonito que queramos dejar el espacio donde se celebre, la magia sucede en la mesa donde la chuches y otros dulces encandilan a los más pequeños.
Una vez más hay que dejar que la temática y la gama de color elegidas sean el hilo conductor a la hora de decorarla, así sabremos si lo que escogemos encaja en la estética que estamos buscando. Ahí van unas pautas:
- Elige platos, vasos, servilletas y cubiertos de papel en base a tu paleta de color.
- Mantén un orden jerárquico en la mesa, ubicando los elementos protagonistas y más voluminosos en el centro y parte posterior, dejando los más pequeñitos en la parte frontal.
- Ubica los pastelitos, galletas, bebidas y chucherías en bonitas bandejas, platos y cuencos. Así quedarán más ordenados visualmente.
- Crea algunos detalles personalizados jugando con los diferentes dulces. Dales el toque decorativo poniéndolos en una cajita coqueta o vístelos con mini-cartelitos hechos a mano con el motivo o cara de su personaje protagonista; la imaginación al poder