Aquí te damos a conocer algunas plantas que son capaces de adaptarse en tu casa aún y cuando las condiciones de luz no sean buenas, uno de estos lugares sería el recibidor de tu hogar. Existen infinidad de plantas de interior que son capaces de prosperar en condiciones lumínicas débiles, darán una buena vista y alegrarán ese lugar en donde las acomodes. A esa clase de plantas la suelen llamar todoterreno, porque, suelen ser bastante resistentes y muy buenas opciones para jardineros en principiantes.
1. Cinta o Listón
Es una planta que no necesita mucha luz y que aparte tolera bien los rincones de sombra o semisombra. Es una planta que purifica el aire de tu hogar. Su origen se encuentra en la selva tropical de África del sur. La cinta es también conocida como malamadre, lazo de amor o araña. Se caracteriza por sus hojas lineales y lanceladas, con varias tonalidades de verde, dependiendo de la especie.
Cómo se cuida:
Es una planta que sí bien requiere mucha humedad, también puede pasar por épocas de poco riego. Antes de realizar el riego, verifica el sustrato y sí se pulveriza entre tus manos es hora de verter un poco de agua. Lo ideal es que lo hagas cada diez días en invierno y aumentarlos en verano. Como suele estar en áreas de poca luz no puedes pecar de exceso de agua, ya que esta no se evaporará con tanta rapidez.
En cuanto a la luz, evita siempre el sol directo. De hecho, es perfecta para recibidores con poca luz, puesto que tolera bien ubicaciones de sombra o semisombra.
2. Poto o Teléfono
Es una hermosa planta trepadora, es de fácil cuidado y si eres de esas personas que creen no tener buena mano para las plantas, el poto es la mejor opción para empezar. Crece muy rápido, es una imagen frondosa y vivaz en cualquier espacio, no es pet-friendly por lo que deberás tenerla fuera del alcance de tus mascotas. Es una planta nativa del sudeste asiático, en particular de malasia, Indonesia y Nueva Guinea. Esta planta colgante, que puedes colocar para que vaya trepando por la pared o los muebles. Otra de sus principales características es que purifica el aire.
Cómo se cuida:
Sus cuidados son muy sencillos. El riego es el factor principal para que esta planta prospere, lo ideal es que esperes entre riegos a que el sustrato esté completamente seco. El exceso de agua provocaría el pudrimiento de sus raíces y, por tanto, que la planta perezca. Es de semisombra, no puede recibir los rayos del sol directamente pues quemarían sus hojas.
3. Dieffenbachia o Amoena
La dieffenbachia es una planta siempre verde, su origen es tropical y se adapta fácilmente a situaciones de poca luz. Es nativa del sur de México, América Central, las Antillas y el norte de América del Sur. También suele ser conocida con el nombre de Galatea. Es valorada por la belleza de sus hojas de forma ovalada o lanceolada y con diversas tonalidades de amarillo en el centro y verde en los laterales que aportan un altísimo valor decorativo. Deberás tomar en cuenta que es una planta que no es muy amistosa con las mascotas, sus hojas son tóxicas que puede provocar afonía, inflamación, ardor y otras molestias digestivas.
Cómo se cuida:
La dieffenbachia es una planta de interior que tolera ubicaciones de sombra y semisombra pero también puede recibir una luz tamizada y tendrás en sus hojas un mayor verdor. En cuanto al riego, necesita un sustrato húmedo, pero sin exagerar tanto que provoque encharcamiento, pues lo que causaría es daños a las raíces. Es aconsejable evitar el uso de agua del grifo y, si lo haces, hiérvela, déjala reposar o expón el agua al sol para que pierda su dureza. Si hay extremo calor, procura rociar un poco sus hojas
Un consejo: cada 15 días, limpia sus hojas con un paño húmedo para quitar el polvo.
4. Aspidistra u Orejas de burro
Conocida también como Orejas de burro o Pilistra, la Aspidistra es una de las plantas de interior más valoradas por sus fáciles cuidados y elegante porte. Es nativa de Japón. Es una planta que no cuenta con tallo y sus hojas son de un color verde oscuro. Al ser una especie que no necesita grandes dosis de luz, es ideal para colocar en tu recibidor. Si es pequeña, puedes colocarla sobre un mueble y cuando la trasplantes a una maceta más grande, plantéate colocarla en el suelo, donde no reciba corrientes de aire.
Cómo se cuida:
Es una planta que necesita más dosis de luz que otras especies de esta lista, aunque siempre deberá evitarse los rayos del sol directo. En cuanto a los riegos, lo ideal es mantener su suelo siempre húmedo, evitando como con las otras plantas, el encharcamiento. La falta de agua provocará que las hojas se estrechen.
5. Drácena o Palmita roja
Es una de las especies más resistente a la escasez de luz, lo que la convierte en la planta ideal para colocar en la entrada de tu casa y disfrutar de su belleza. También llamada como muñeca drácena, polinesia o palmita roja. Es originaria de las áreas tropicales de África. Según como va creciendo, irá perdiendo sus hojas inferiores, dejando al descubierto un fino tallo que le otorga un elegante porte. Sus hojas son finas y lanceoladas, con diversos colores dependiendo de la especie de que se trate. Se caracteriza también por purificar el aire de tu casa.
Cómo se cuida:
Una de las grandes ventajas de la drácena es que se da igual en espacios super iluminados como en los que la luz escasea. Se trata de una planta que no necesita mucha agua, solo deberás regarla cuando la tierra la sientas secas. De igual modo, lo ideal es mantenerla a una temperatura media entre 20 y 26 °C, evitando las inferiores a 14 °C.
6. Calatea
Es una planta bastante vistosa, elegante, colorida y, lo mejor, necesita una ubicación de semisombra para prosperar, lo que la hace ideal para incluirla en esta selección de plantas de interior de nuestros hogares. La calatea tiene una gran variedad de especies, pero todas necesitan unos cuidados similares. Es una planta herbácea originaria de las selvas tropicales de América, África y Australia. Su principal diferencia reside en los colores de sus hojas, más o menos claras o con los nervios más o menos marcados, pueden ser de color rosado en la haz y purpúreas en el envés.
Cómo se cuida:
Para que prospere, debe estar siempre húmeda su tierra y evitar encharcamientos. En invierno, deberás esperar a que la tierra esté seca antes de regarla. En cuanto a la luz, prefiere las zonas de semisombra. Puesto que es una planta tropical, es recomendable que en verano rocíes un poco sus hojas.
7. Sansevieria trifasciata o Lengua de suegra
Como ya lo adelantamos, también es conocida como Lengua de suegra o espada de san Jorge, la sanseviria es una planta de interior resistente y muy fácil de cuidar, que puede sobrevivir en espacios con poca luz, aunque su crecimiento será algo más lento. Como otras de esta lista, se caracteriza por purificar el aire, característica que la convierte en una planta perfecta para tenerla en el dormitorio. Es una planta originaria del oeste de África tropical hasta Nigeria y al este de República Democrática del Congo. Sus hojas crecen verticalmente y son robustas, con los bordes de color amarillo oscuro y que va oscureciéndose hasta un centro verde.
Cómo se cuida:
La sansevieria es una planta de interior que tolera situaciones de poca luz o con luz artificial. Ahora, si recibe luz tamizada, crecerá mucho más fuerte. Para su riego deberás espera que su tierra se seque entre riegos y riego para evitar ahogarla, encharcando sus raíces. Comprueba la humedad enterrando un palo o el dedo antes de darle agua.
8. Espatifilo o Cuna de Moisés
El espatifilo es una planta de interior de grandes hojas de un verde intenso, de porte sofisticado y muy sencilla de cuidar. En los hogares latinoamericanos se le conoce como lirio de paz o cuna de moisés. Es originaria de México y América tropical. Se adapta a interiores poco luminosos de tu hogar, aunque prefiere recibir algo de luz tamizada. También ofrece unas flores en espata en color blanco, que contrastan con elegancia con el verdor de sus hojas.
Cómo se cuida:
Una vez que conoces los cuidados de esta planta, será mucho más fácil mantenerla en buen estado, sólo hay que prestarle atención, revisarla constantemente. El espatifilo es una planta que se adapta bien a espacios con poca luz, aunque puede recibir una luz de sol, pero no directa.
Una de las claves es que es una planta que adora la humedad, debe su tierra permanecer con agua, pero no lo lleves al exceso. En cuanto la frecuencia de riego, hazlo dos veces por semana durante la floración quitando siempre el agua restante del plato para evitar encharcamientos. El resto del año, espera a que el sustrato se seque entre riegos.
Un consejo: no la riegues directamente con agua del grifo. Deja que esta pierda su cloro dejándola en la botella durante 24 horas o riégala con agua de lluvia.
