1. ¿Qué tipo de muñeco es recomendable?

Como padres se debe dejar que ellos mismos sean los que elijan su objeto de apego. Es importante que ellos sientan seguridad con él. Lo recomendable es que se encuentren elaborados de materiales textiles, que sean blandito, deben de ser ligeros y que no presente peligro de golpes, no debe contener sustancias tóxicas o fácilmente inflamables, ni ningún tipo de material eléctrico, ya sean: pilas, ventosas, ni mecanismos de movilidad. Tampoco debe tener piezas de pequeño tamaño que puedan desprenderse de el objeto. Es aconsejable que estén hecho de materiales naturales como el algodón y en el caso de tener relleno que este sea hipoalergénico. Y si es fácilmente lavable todavía mejor.

Se debe de estar también al pendiente de los muñecos de apego, siempre deben de estar en perfecto estado, que no tenga roturas que puedan poner en riesgo a los pequeños.



2. ¿Hasta que edad debe tener un niño un muñeco de apego?

Como ya se comentó en una nota anterior, es muy natural que sea el niño el que elija su objeto transicional, así que también será normal y más natural que él sea el que lo deje cuando llegue su momento de desapego. Puede suceder entre los tres y cuatro años de edad, cuando el pequeño ha adquirido mayor control de los miedos del abandono y comienza a ser más independiente e inicia su vida social.

Puede que regrese a el objeto de apego de forma continuada o que recurra a él cuando atraviese por una etapa de ansiedad como el nacimiento de un hermanito, una mudanza o la separación de los padres.



3. ¿Se debe de lavar el muñeco de apego?

Siempre será necesario una higiene correcta en el muñeco de apego, pues recuerda que el bebé suele llevarlo consigo a todos lados, lo babea, lo arrastra, le da de comer e incluso lo pide para dormir con él. Para el menor puede resultar un poco angustiante que el muñeco vaya a ser lavadora, pues recuerda que para él es un objeto que también tiene una vida.

4. ¿Qué pasa si mi hijo no adopta un muñeco de apego?

Los expertos señalan que no es imprescindible que el niño vaya a tener necesidad de un objeto transicional. Muchos, no llegan a necesitarlo. Pero si llegan a requerirlo esto está dentro de la más completa normalidad. Solo es una fase natural del desarrollo.

No intentes imponerle un objeto transicional o pretendas cambiárselo cuando él ya lo ha elegido, no se lo quites por decisión unilateral. Recuerda que se convierte en algo tan personal que su olor desempeña también un papel importante.

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