El presidente de México Andrés Manuel López Obrador, se arto este lunes a consecuencia de los cuestionamientos del caso de Segalmex que ha sido comparado por algunos críticos como «la estafa maestra» de esta administración.
«La prensa conservadora está utilizando estos casos para tratar de proyectar la idea de que somos iguales, con el caso de Segalmex y los ventiladores. No somos corruptos ni ladrones, pero como se está llevando un cambio ustedes usan estos casos para magnificarlos y querer de esta forma igualarnos, pero no es como lo plantean», se quejó.
Durante la conferencia se comento que este caso pudiera quedar impune esto después de que este fin de semana se diera a conocer que el empresario Fernando Hiram Zurita Jiménez, operó en el tramado de Segalmex, «simulando» la venta de 7 mil 840 toneladas de azúcar a Segalmex, por más de 142 millones de pesos, por lo cual cuenta con una orden de aprehensión.
Se suman 22 denuncias por este caso vinculados por los delitos de delincuencia organizada, operaciones con recursos de procedencia ilícita y peculado por el desfalco multimillonario al patrimonio de Segalmex, 12 fueron servidores públicos de Segalmex; 4 pertenecen a las empresas con las que se coludieron, y 6 fueron los beneficiaros de los recursos de Segalmex que fueron desviados.
También salió al tema el caso de Ignacio Ovalle Fernández, exdirector de Segalmex. Reconoció el Presidente López Obrador que continua dentro de su gabinete ahora dentro de la Segob e hizo una fuerte defensa sobre el funcionario.
De igual manera señaló que desconoce si la fiscalía lo está culpando, aunque advirtió que en caso de que resultara con responsabilidad, debería asumirla.
Sin embargo, fue enfático que aún hay órdenes de aprehensión que no se han emitido, pues asegura que se trata de un grupo que está «protegido porque la mayoría viene de partidos opositores, vienen servidores de tiempo atrás o proveedores de tiempo atrás y se quedan enquistados».
Agregó que el exdirector de Segalmex «confió en toda esta gente, acostumbrada a robar, se nos metieron como una plaga», pero afirmó que cuando se descubrió se hizo la denuncia penal.
«Tengo una opinión buena de él, fue mi jefe cuando fui director del instituto indigenista de Tabasco, en 1977 y lo considero una gente con principios, honesto, no lo considero una persona corrupta, a él lo traicionaron. Él les dio entrada».