Montecristo es un sándwich que combina sabores salados y dulces de una manera deliciosa y equilibrada. El pan francés, crujiente por fuera y suave por dentro, es la base perfecta para esta combinación de sabores. El jamón cocido, sabroso y jugoso, y el queso, cremoso y fundente, aportan el sabor salado. El azúcar glasé, por su parte, aporta un toque dulce y delicado.
Cuando muerdes un Montecristo, sientes una explosión de sabores en tu boca. El crujiente del pan francés, el sabor salado del jamón cocido y el queso, y el toque dulce del azúcar glasé se combinan de una manera perfecta. Es una sensación deliciosa y muy adictiva.
El Montecristo es un sándwich que se puede disfrutar a cualquier hora del día. Es una buena opción para el desayuno, el aperitivo o la merienda. Es un sándwich que te llenará de energía y te hará sentir satisfecho.
Ingredientes
* 3 rebanadas de pan de molde
* Mayonesa
* Mostaza a la antigua (granulada)
* 2 rebanadas de queso tipo Gruyere
* 4 rebanada de jamón cocido o lacón
* 1 huevo
* 60 ml de leche
* 60 ml de aceite de girasol
* Azúcar glas (opcional)
* Mermelada de fresa o frambuesa (opcional)
Preparación paso a paso:
Mezcla la mayonesa con la mostaza y unta las rebanadas de pan por una cara (reservando un poco de la salsa).
Por la parte untada de las rebanadas coloca una rebanada de queso y dos de jamón cocido, teniendo en cuenta que no deben sobresalir.
Coloca otra rebanada de pan sobre encima con la cara untada con la salsa hacia abajo y unta la otra cara con más salsa reservada.
Vuelve a poner dos rebanadas de jamón cocido y una de queso encima y tapa con la tercera rebanada de pan, con la cara de la salsa hacia abajo.
Bate el huevo con la leche en un recipiente hondo, salpimienta e introduce el sándwich hasta sumergirlo hasta que se empape. Dale la vuelta para empapar el lado contrario
Fríe a fuego medio en una sartén con aceite caliente. Cuando se haya dorado por una cara, sin llegar a quemarse, dale la vuelta con cuidado y fríelo por la otra.
Coloca el sándwich sobre un papel absorbente para retirar el exceso de grasa (por ambas caras).
Sirve caliente, espolvoreando la superficie con un poco de azúcar glas y acompaña con mermelada de fresa o frambuesa
- El primer bocado es el más impactante. El crujiente del pan francés te sorprende y el sabor salado del jamón cocido y el queso te llena la boca.
- El segundo bocado es cuando empiezas a notar el toque dulce del azúcar glasé. Es un contraste delicioso que completa la experiencia.
- El tercer bocado es el momento de disfrutar de la textura del sándwich. El pan francés es suave y esponjoso, el jamón cocido es jugoso y el queso es cremoso