La película Babygirl, protagonizada por Nicole Kidman, se presenta como un thriller erótico que explora temas como el poder, la sexualidad y la redefinición de los roles de género. La actriz describe su interpretación en la película como «una odisea emocional y sexual», una experiencia única que involucra a su personaje, Romy, una empresaria exitosa que, a pesar de tener una vida perfecta, se ve atrapada en una compleja dinámica de poder con un joven becario. Este encuentro amenaza con destruir su vida profesional y personal, mientras se cuestiona su autenticidad y las decisiones que ha tomado.
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En Babygirl, Kidman interpreta a Romy, una mujer que, en la cima de su carrera, comienza a explorar una peligrosa relación con Samuel, un joven subordinado, que interpretado por Harris Dickinson. Juntos, entran en una dinámica sexual de poder que les permite explorar deseos ocultos. La película también aborda las preguntas sobre la identidad y los conflictos internos, poniendo a los personajes en un juego emocional y físico donde las líneas entre el deseo y el control se difuminan.
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Con un enfoque feminista y moderno, la directora Halina Reijn aborda la sexualidad desde una perspectiva fresca, incorporando tanto la feminidad como la masculinidad. A través de las complejidades de los personajes, Babygirl plantea preguntas sobre la autenticidad y la aceptación personal. La película ya ha sido estrenada en algunos países y se espera su llegada a más salas de cine en los próximos días.